La lucha por la justicia fiscal

Si bien en el último cuarto de siglo el debate sobre política tributaria ha estado en la agenda de los gobiernos latinoamericanos, su principal foco ha sido el aumento de la recaudación tributaria. La interacción de la política fiscal con la política macroeconómica, sus efectos sobre el ahorro y la inversión y su impacto en la distribución de los ingresos son temas que continúan abiertos.

El incremento de los ingresos fiscales en América Latina en la última década se explicó, entre otras cosas, por el mayor crecimiento y la relativa estabilidad experimentada, a expensas del aumento de la demanda de los países de mercados emergentes y de los altos precios internacionales de las materias primas.

Crecimiento económico con alta desigualdad social ha sido una de las principales características de los últimos años, lo que hace de América Latina una de las regiones más desiguales del mundo. El gran desafío de la región es, por tanto, crecer con equidad e inclusión social.

Conocimientos y opiniones sobre Acceso Abierto en Argentina, México y Brasil

Los beneficios del Acceso Abierto (AA) son considerables para todos los participantes en el proceso de comunicación científica. Una de las premisas fundamentales de este movimiento es lograr que todos los conocimientos científicos producidos sean bienes comunes universales (Gómez y Bongiovani, 2012). Sin embargo, se ha notado una resistencia al cambio en las prácticas de comunicación científica por parte de los investigadores.

Contra los que pronostican el fin del Mercosur

Quedó aprobado en la cumbre del 17 de julio en Brasilia. Resta el paso formal de la aprobación de los Parlamentos. Cristina Kirchner aseguró que la región mantendrá el crecimiento económico y se solidarizó con los gobiernos a los que buscan desestabilizar.

El presidente Evo Morales se puso de pie. El resto de los mandatarios que integran el Mercosur lo aplaudió. Fue la forma de celebrar el ingreso del Estado Plurinacional de Bolivia como miembro pleno del bloque. “Es un fracaso para quienes pronosticaron con profecías que el Mercosur no iba a servir.

Un Mercosur para cholos y cholas

CUMBRE EN BRASILIA | Un Mercosur para cholos y cholas
El Mercosur ya es un guión geopolítico de seis actores estatales. La línea fundadora del bloque de la Cuenca del Plata había sumado unos años atrás a Venezuela como su quinto elemento. Ahora, tras la Cumbre de Jefes de Estado de Brasilia, la mesa del proceso de integración regional incorpora oficialmente una sexta silla, aunque falte formalmente la aprobación parlamentaria de Brasil y Paraguay, un hecho legislativo que se descuenta acontecerá en el corto plazo. Seguramente, el ingreso de Bolivia al primer espacio de convergencia comercial de Argentina hubiera sido menospreciado una década atrás, cuando la vilipendiada economía del Altiplano hacía equiparar en el imaginario social al vecino país como el Haití de Sudamérica, el más pobre entre los pobres.

Sin embargo, en la actualidad, el país presidido por Evo Morales, si bien lidera un mercado pequeño y mediterráneo, es un socio nada despreciable para el Mercosur tras recuperar sus recursos energéticos y estabilizar una economía que cuenta con el nivel de reservas monetarias, en relación con su PBI, más alto de América latina. En concreto, con la entrada de Bolivia, la alianza sudamericana capitaliza en su mapa de convergencia la segunda reserva gasífera del subcontinente y a una de las plazas más ricas en litio, el mineral del futuro según los especialistas porque alimenta las baterías de nichos premium del consumo: desde autos híbridos hasta smartphones.

Tetris globales

La economía global está ingresando en la era de los acuerdos megarregionales. El Trans Pacific Partnership (TPP), que vincula a Estados Unidos con la región asiática menos China, o el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), que podría conectar a Washington con Bruselas, son los emprendimientos más significativos. Se trata de pactos de libre comercio gigantescos, transcontinentales, áreas comerciales exentas de impuestos y protección estatal donde las mercaderías correrán tan libres como el viento sobre el océano, como proclaman los técnicos que defienden las mencionadas iniciativas. Concretamente, el TPP o el TTIP concretarían en la realidad la utopía librecambista de la escuela económica ortodoxa. En ese contexto, se inscribe la negociación de otro pacto comercial transoceánico, el que involucra a la Unión Europea y al Mercosur. La firma de un Tratado de Libre Comercio entre la eurozona y el bloque sudamericano viene negociándose sin suerte desde hace años. El proteccionismo agrícola europeo y la resistencia de los sectores industriales sudamericanos más consolidados son los actores que imposibilitan, a ambos lados del charco atlántico, la concreción del acuerdo. Pero, en los últimos meses, el ala pro libre comercio del Mercosur se fortaleció con el giro aperturista registrado en los gobiernos de Uruguay y Brasil, hoy tan en sintonía con el deshielo proteccionista como el Paraguay del magnate colorado Horacio Cartes. Por lo tanto, el ingreso de Bolivia reequilibra el diálogo interno del bloque y hace más simétrico la puja entre el eje Argentina-Venezuela con la tríada Brasilia-Asunción-Montevideo.

El canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa dio a entender en la capital brasileña que el Mercosur dejó de ser una prioridad en la política exterior del frenteamplista Tabaré Vásquez. “Necesitamos eliminar las barreras paraarancelarias que nos están impidiendo el libre tránsito de nuestros bienes comerciales y servicios entre los países de la región. Esperamos que la presidencia pro témpore paraguaya permita cumplir con aquello que soñamos: el proceso de integración de libre comercio”, advirtió Nin Novoa que, evidentemente, mal leyó el tratado constitutivo de un bloque que no otorga a su presidencia semestral rotativa ningún tipo de competencia exclusiva, a diferencia de lo que ocurre en la Unión Europea donde su proceso de convergencia institucional, financiero y parlamentario es mucho más vinculante. Otro referente de la mesa frenteamplista, su presidente Mónica Xavier, también criticó el rumbo del Mercosur, aunque con un tono moderado, en una entrevista otorgada a la revista Nueva Sociedad. “La participación de la región en el producto global se mantiene estable en torno a un magro 5% desde 1980. A esto se suman procesos ambivalentes. Si bien en materia de captación de inversión extranjera directa (IED) la región ha presentado un gran dinamismo, se concentran fuertemente en actividades vinculadas con los recursos naturales, que son de menor capacidad de generación de empleo.

Adicionalmente, la rentabilidad de esas inversiones recibidas ha crecido fuertemente pero los egresos por repatriación de utilidades a las matrices alcanzaron el 92% de los ingresos de IED, con lo cual el efecto positivo en la balanza de pagos se neutraliza”, indica Xavier, quien sin embargo no resalta que es la Alianza del Pacífico, y no el Mercosur, el bloque que más promueve esas IED fugaces, primarizantes, noventistas.

Cumbre social: preocupación por medios y Grecia

Bajo la consigna “Avanzar en el Mercosur con más integración, más derechos, más participación” se realizó en Brasilia, con participación de cientos de delegados de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, la 18ª edición de la Cumbre Social del organismo regional, en la que se instó a los gobiernos a una inmediata democratización de la comunicación y a la solidaridad activa con el pueblo griego.

El Foro social entendió que la libertad de expresión y la construcción de un Mercosur verdaderamente democrático y participativo implica necesariamente la democratización de los medios de comunicación, y enfatizó en la necesidad de participación activa y fomentada por los Estados y organizaciones sociales en la discusión, elaboración y/o implementación de las nuevas leyes de comunicación que refleje la democratización de la palabra, la pluralidad de voces y la extinción de los monopolios. “La comunicación es un derecho, no una mercancía”, señalaron.

Asimismo, las organizaciones sociales expresaron su repudio a las políticas neoliberales que se presentan nuevamente como receta para resolver la crisis generada por un sistema financiero desregulado en busca de lucros cada vez mayores. “Los pueblos del Mercosur han luchado contra tales políticas, contra las deudas ilegítimas y con la continuidad del colonialismo a través de las instituciones financieras (… ya conocemos tristemente el efecto de esas políticas que hoy se imponen al pueblo griego”, indicaron.

El foro apeló a los gobiernos de la región no solo a condenar las imposiciones hegemónicas sobre Grecia que recuerdan el pasado colonial, sino a realizar un gesto de solidaridad para con Grecia, a discutir opciones alternativas de financiamiento y prácticas que promuevan la justicia social y signifiquen una ayuda concreta para el pueblo griego.

Analizaron los avances y límites del proceso actual y el desafío del modelo que se desea, que incluye el Estatuto de la Ciudadanía en el Mercosur y la participación popular; la nueva declaración sociolaboral, las directrices de la educación y cultura en derechos humanos, e igualdades, derechos y participación de las mujeres en el proceso de integración.

Banco del sur: el futuro obligado

A más de seis años de la histórica firma de su Acta Fundacional por los presidentes de la Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela (último acto de gobierno del mandato de Néstor Kirchner, 9 de diciembre de 2007) el Banco del Sur aún no comenzó a funcionar.

Sin duda, la puesta en marcha no es simple, dada la necesidad inicial de lograr la aprobación parlamentaria de los países y establecer sus normas de funcionamiento. El proceso, pese a demoras y dificultades (por ejemplo, Brasil no completó su trámite parlamentario), pudo seguir adelante.

Integración regional: para que la unidad no termine transformándose en un sueño

Resulta notorio que la crisis internacional 2007-2008 no fue superada pese a los anuncios recurrentes y equivocados de una pronta, creciente y pujante recuperación de la economía mundial, mientras para América latina se sumaban temores por una coincidencia de factores negativos que están afectando sensiblemente el desarrollo.

Datos y cifras sobre las relaciones entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños

Europa, América Latina y el Caribe comparten profundos lazos históricos que los unen estrechamente. Son socios naturales que buscan intensificar sus vínculos estratégicos en el ámbito social, político y económico.

La asociación EU-CELAC es una asociación para el futuro. Juntas, ambas regiones pueden impulsar el comercio y las inversiones con el fin de crear empleo y crecimiento, así como promover un desarrollo duradero para garantizar un alto nivel de vida para nuestros ciudadanos y luchar contra la pobreza y la desigualdad en todo el mundo.

Crisis del sistema-mundo

“La multifacética crisis del sistema-mundo: Una mirada crítico-prospectiva a su impacto en Nuestra América” es el nombre del documento elaborado a partir del taller internacional realizado en la Ciudad de México, del 9 al 11 de marzo de 2015, con la participación de una veintena de intelectuales nacidos o actualmente residentes en países de América Latina y el Caribe.

Por una agenda estratégica de América Latina

La Conferencia de Bandung celebrada en abril de 1955 significó uno de los momentos más importantes de afirmación de los países del Tercer Mundo y la emergencia del Movimiento de Países No Alineados. Esta reunión, en la que participaron 23 países asiáticos y 5 africanos, se sustentó en los principios de la lucha anti-colonial y antiimperialista, elaborando un amplio llamado de autodeterminación y desarrollo de los pueblos basado en la solidaridad, la cooperación económica y cultural y la paz mundial.

Santiago de Chile: la plaza financiera del yuan en América Latina

Durante su visita a Brasil, Colombia, Perú y Chile, el primer ministro Li Keqiang, abonó la influencia de China en América Latina a través del cumplimiento de 2 metas fundamentales: la transformación del mapa económico de la región para apuntalar el protagonismo de Asía-Pacífico, y el impulso del yuan en territorio sudamericano a través de Santiago de Chile como plataforma.