Milei es un deseo de shock

La irrupción de Javier Milei y su veloz transformación de panelista de televisión en candidato competitivo es consecuencia del malestar hondo de una sociedad a la que una década de recesión puso contra las cuerdas, de la desesperación de no saber de dónde vendrá la próxima trompada y de la angustia que produce la inflación. Nuevos fenómenos sociales, como el trabajador pobre, que cuenta con empleo estable pero no llega a fin de mes, o la expansión de los trabajos por cuenta propia en los ámbitos de la economía digital, el comercio electrónico y el reparto, completan el cuadro, que la pandemia agudizó: si el origen del macrismo puede rastrearse en las movilizaciones del campo de 2008, el nacimiento del mileísmo se sitúa en las marchas anticuarentena y su reclamo de libertad. La sociedad está mutando de manera acelerada. Son corrientes submarinas que apenas podemos intuir.

Macri vendió caro

La incógnita sobre el caudal electoral del ex Presidente. El impacto dentro de Juntos por el Cambio. Qué piensan Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. La gira de Alberto Fernández y su mirada doméstica.

Todo fallo es político

Tras la salida de la crisis del 2001 se fraguó el consenso social y político para la reconstrucción institucional, moral y jurídica de la Corte. Al oscuro invierno de la "mayoría automática" menemista le llegó la primavera y se abrió espacio en la Justicia para una agenda más amplia de discusión y tutela de derechos. Así nacieron fallos emblemáticos, como los que permitieron la reapertura de los juicios contra los genocidas de la última dictadura. Con los nuevos vientos políticos y los cambios en la composición del tribunal llegó la temporada de podas y muchos de los fallos garantistas quedaron como golondrinas sin veranos: se enseñan en las facultades pero pocas veces se aplican. Este es un breve recorrido por la jurisprudencia de la Corte para tratar de entender cómo falló en los últimos veinte años.

Esa mujer

El jueves 9, el Tribunal Oral Federal 2 de la Capital Federal publicó los fundamentos de la condena a CFK a seis años de prisión por administración fraudulenta, en la causa por la obra pública en la provincia de Santa Cruz, cuando ella era Presidenta de la Nación y había una docena de escalones de distancia con quienes licitaban y adjudicaban las obras, incluidas en el presupuesto nacional votado tanto por el oficialismo como por la oposición.