Las dos Argentinas y el sistema financiero nacional: el rol de los bancos en el desarrollo regional

Esta investigación se propone evaluar si el sistema financiero nacional de la posconvertibilidad contribuye al desarrollo territorialmente equilibrado del país o si, por lo contrario, exacerba las fracturas entre las “dos Argentinas”. El análisis se realiza usando un marco conceptual cuatridimensional implícito en la literatura del desarrollo económico. Al primer eje le importa la cuestión “cuantitativa” (¿es razonable el monto que prestan los bancos?), el segundo aborda el tema “sectorial” (¿privilegia nuestro SF aquellas actividades que pueden promover la diversificación de la estructura productiva, su integración y su modernización?), en tercer lugar lo “territorial” (¿el otorgamiento de préstamos ayuda a romper el patrón de crecimiento divergente de nuestro territorio?). Finalmente una dimensión “actoral” (¿el SF permite quebrar lógicas de acumulación concentradoras de riquezas?).

Autoayuda

“Es el neoliberalismo, estúpido”, diría Bill Clinton a los que hablan de pesada herencia. Medido de año a año, pero en especial a partir de diciembre del año pasado y considerando la devaluación, el tarifazo y las paritarias, los sectores de menos ingresos perdieron un 25 por ciento de su capacidad adquisitiva. En la otra punta, los bancos ganaron un 65 por ciento más que el año pasado, en especial por la devaluación y el aumento de las tasas de interés, medidas que tomó el nuevo gobierno. Los cincuenta mil millones de pesos que hasta el año pasado pagaban las mineras, los exportadores de granos y la industria por retenciones a la exportación, ahora los pagan los hogares por consumo eléctrico sin subsidios.

Rescate de la política en contra del poder del dinero

Financierización significa que el dinero lo invade todo. Que el capital especulativo es el hegemónico. Los bancos ya no prestan para inversiones productivas o para que la gente compre lo que necesita o para se hagan investigaciones. No, los bancos viven de la compra y venta de papeles. Cuando se anuncian, con todos sus ceros, al final de cada día, cuanto ha movido cada bolsa de valores, no se ha producido ni un bien, ni se ha generado ni un empleo.

“El oligopolio bancario actúa como una banda organizada”

El mundo, la política, las democracias y las finanzas están dominados por una hidra mundial compuesta por 28 grandes bancos internacionales cuyas políticas fijan el curso no sólo de las finanzas sino, también, de las democracias parlamentarias. Este es el argumento implacable y rigurosamente demostrado por el economista francés François Morin en el libro investigación que acaba de aparecer en Francia: La Hidra Mundial, el Oligopolio Bancario (Lux Editeur).

La globalización como delito

La comisión bicameral del Congreso que investiga la fuga de divisas, a partir de las revelaciones del caso HSBC, busca encontrar las claves sistémicas del mecanismo de evasión, para poder legislar en favor de una regulación más eficiente. En paralelo a ese trabajo parlamentario a nivel local, saltó a escala mundial el escándalo de los sobornos en la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). Hay un vínculo estrecho entre ambos hechos, aunque a simple vista no aparezca, porque en la prensa argentina tuvo gran trascendencia el listado de nombres de dirigentes acusados, investigados y hasta de los sospechados.

Argenta vs. bancos

El margen financiero de los bancos surge de los ingresos menos los egresos por intereses, de la diferencia de cotización (tipo de cambio) y del resultado de la tenencia de títulos públicos. En ese rubro del balance, el componente de la diferencia obtenida por el pago y cobro de intereses permite evaluar el nivel de eficiencia del sistema bancario. Obtener utilidades de esa actividad de intermediación de dinero es el conocido objetivo de cada uno de los bancos. El ejercicio para evaluar la eficiencia es compararla con otro agente económico que realice la misma tarea. Hasta hace un par de años no había una referencia para analizarla porque no había una entidad pública testigo, como debería ser el Banco Nación.