¿De dónde no viene el agua?

Cuando las aguas aprietan, y eso se repite periódicamente merced a un régimen de lluvias generoso pero no siempre racional, porque la naturaleza no tiene por que serlo, la búsqueda de razones que expliquen miles de evacuados y pérdidas económicas ingentes se parecen a argumentos de circunstancias.

"Posneoliberalismo no implica poscapitalismo"

El intelectual ecuatoriano dice en esta entrevista, recordando el pensamiento del gran filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría, que “la civilización capitalista vive de sofocar la vida y todo lo que tiene que ver con la vida”. Ha llegado el momento, nos alerta, de romper con el “mandato global del desarrollo y construir alternativas al mismo para que todos los seres humanos podamos discutir y pensar en otras formas de organización de la sociedad”.

Alberto Acosta (Quito, 1948) es economista y político. Tiene en su extenso haber el ser uno de los principales ideólogos de la Revolución Ciudadana, el movimiento político que condujo a Rafael Correa a la presidencia del Ecuador en 2006. Dentro del gobierno, fue Ministro de Energía y Minas primero y, posteriormente, el asambleísta constituyente más votado. Este hecho le abrió las puertas a ser el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, el órgano encargado de redactar la nueva constitución del país. Acosta renunció a este cargo en 2008 por diversos desencuentros tanto con el movimiento oficialista como con el propio presidente Correa. Desde fines de ese año, ejerce como profesor investigador en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO Ecuador). En 2013 fue candidato a la presidencia del Ecuador por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas, una coalición de partidos políticos y movimientos sociales muy crítica con el actual gobierno.

Neomalthusianismo y feminismo

En la excelente encíclica ecológica del Papa Francisco hay sin embargo un par de párrafos con los que me siento en desacuerdo. La encíclica peligrosamente le quita importancia al aumento de la población humana, desecha el concepto de "salud reproductiva" y niega despiadadamente el derecho al aborto. Veamos el contexto.

Laudato Si´ encíclica del Papa Francisco

1. Laudato si’, mi’ Signore » – « Alabado seas, mi Señor », cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: « Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba ».

2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que « gime y sufre dolores de parto » (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.

La encíclica ecologista del papa Francisco

En medio de polémicas y tensiones, el papa Francisco hace pública su encíclica Alabado seas, sobre el cuidado de la casa común, en la que advierte los gravísimos problemas del medio ambiente y hace responsable al sistema económico mundial de llevar a la humanidad al borde del colapso, por carecer de sustento ético. La voracidad del capitalismo de mercado y del dios dinero están llevando a la humanidad también a la contaminación del alma del ser humano y la corrosión de su espíritu.

El horizonte de la catástrofe

Estamos ante una catástrofe de proporciones planetarias: cambio climático. Pero esta vez, la posibilidad de una aniquilación en masa no está en manos de unos pocos, como era el caso de las ojivas nucleares durante la Guerra Fría. Ahora no es tan claro quién tiene el botón rojo. Parece, más bien, una situación de complejas responsabilidades: los Estados, que no se comprometen a bajar las emisiones de carbono; las empresas, que no pueden reducir sus expectativas de lucro; los ambientalistas, que no logran formular propuestas realizables; los científicos, cuyas estimaciones no llegan a convencer a políticos ni a empresarios; los ciudadanos, que no votan a políticos que tomen el tema con seriedad; los académicos, los funcionarios, los turistas, que vuelan por todo el mundo como nunca antes; todos los que no podemos vivir sin aire acondicionado, sin auto, sin joyas, sin encendedores ni vasitos ni botellas ni latas ni sillas ni heladeras y computadoras descartables?

“El sistema capitalista que tenemos ha causado el cambio climático”

¿Podemos detener el calentamiento global? Sólo si cambiamos de modo radical nuestro sistema capitalista, sostiene la ensayista Naomi Klein. En una entrevista con el semanario alemán DER SPIEGEL, realizada por Klaus Brinkbäumer, explica por qué ha llegado el momento de abandonar los pequeños pasos en favor de un enfoque radicalmente nuevo, tal como detalla en su libro de reciente aparición en castellano, Esto lo cambia todo, el capitalismo contra el clima.

Injusticia climática y geoingeniería

Ante los informes que muestran el creciente caos climático, los promotores de la geoingeniería –la manipulación intencional del clima a escala planetaria– redoblan sus propuestas y han logrado incluso entrar en ámbitos globales de referencia, como el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Intentan además revertir la moratoria contra la geoingeniería que existe en Naciones Unidas en el Convenio de Diversidad Biológica y legitimar técnicas de geoingeniería en las negociaciones de cambio climático.

Cambio climático: balance del IPCC

En estas semanas el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) ha estado dando a conocer su quinto informe de evaluación. Se trata de los estudios más completos sobre el tema y están disponibles en el portal del IPCC. Pero este acontecimiento se produce en el contexto de un debate interesante sobre la relación entre gases invernadero y cambio climático.

En los últimos 15 años el aumento de temperatura del planeta ha sido más lento de lo que se había pronosticado. Para mucha gente, especialmente entre los que rechazan la evidencia sobre el calentamiento global, este freno en el termómetro global sería la negación de todo lo que se ha dicho sobre cambio climático. ¿Cuáles son las implicaciones de esta “pausa” en el ritmo del calentamiento global?

Para empezar, es importante insistir que en los últimos tres lustros la temperatura de superficie a nivel global no ha cesado de aumentar. Efectivamente el ritmo ha sido más lento: entre 1998 y 2013 la temperatura aumentó al ritmo de 0.04 grados centígrados por década, en lugar del ritmo de crecimiento de 0.18 grados de los años 90. Esto parece sorprendente si se considera que las emisiones de gases invernadero mantuvieron su tasa de crecimiento ininterrumpida.