Casi la mitad de la soja retenida en el mundo está en la Argentina

Randy Stagnaro - 17 de febrero de 2015
Casi la mitad de la soja stockeada en el mundo está guardada en la Argentina. Así se desprende del último informe del USDA, el departamento de Agricultura de Estados Unidos que da a conocer los datos vinculados a las cosechas de granos del mundo y a las cotizaciones internacionales de los commodities agropecuarios.

Según los datos del mes de febrero de ese organismo, en los campos argentinos había 29 millones de toneladas de poroto de soja almacenados, lo que representaba el 43,77% de la soja guardada a nivel mundial, que el USDA calculó en 66,25 millones de toneladas.

En tanto, los otros dos grandes productores mundiales de soja, Estados Unidos y Brasil, mostraron cifras menores. El país de Norteamérica tenía acumuladas apenas 2,5 millones de toneladas, o el 3,77% del total, mientras que el vecino sumaba 16,53 millones de toneladas, o un 24,95% del stock global.

Estas cifras ponen de relieve los resultados de las decisiones de una cantidad de productores y acopiadores argentinos que resolvieron no vender sus cosechas a la espera de mejores precios internacionales para el poroto o de una devaluación del peso. "Una mala decisión”, en palabras de Pablo Adreani, titular de la consultora AgriPac. La referencia tiene que ver con la caída manifiesta de los precios internacionales de los commodities agropecuarios, fenómeno que ya había sido adelantado a principios de 2014 por la propia USDA.

Esta es la foto actual, pero si se miran las instantáneas previas se observa que en la Argentina se ha incrementado la cantidad de soja no comercializada y acumulada en silobolsas y otros depósitos.

En la campaña 2012-2013, siempre según los datos del USDA, la soja argentina representaba el 29,99% del stock global. En la campaña siguiente, la 2013-2014, ese nivel ascendió al 38,06 por ciento.

En números absolutos, se pasó de 16,30 millones de toneladas guardadas en el inicio de la campaña 2012-2013 a 21,81 millones al arrancar la 2013-2014.

La evolución del stock de Estados Unidos tuvo un camino inverso. De representar el 8,48% del total en 2012-2013, pasó al 6,68 por ciento. En cantidades, cayó de 4,61 millones de toneladas a 3,83 millones.

En el caso de Brasil, su stock se mantuvo prácticamente estable. La soja guardada allí pasó de representar el 23,96% en 2012-2013 al 26,75% en la campaña 2013-2014. De hecho, su participación en el stock global cayó en las cifras mostradas para este febrero. En números, los productores pasaron de retener 13,02 millones de toneladas a acumular un stock de 15,33 millones de toneladas al empezar la campaña 2013-2014.

Son distintas las razones por las que se cae el stock de soja en Estados Unidos, se mantiene relativamente estable en Brasil o sube rápidamente en Argentina, aunque todos estos comportamientos se dan en el marco de un crecimiento más rápido de la oferta que de la demanda global y, de hecho, son impactados por este desequilibrio.

La producción mundial de poroto de soja pasó de 268,77 millones de toneladas en la campaña 2012-2013 a una proyección de 315,06 millones de toneladas para la actual campaña 2014-2015, es decir, un salto del 17,22 por ciento.

Pero la demanda se ha movido de manera diferente. USDA proyecta un crecimiento de las importaciones de China del 6%, mientras que las de la Unión Europea, el segundo gran comprador mundial de porotos de soja, se encuentran estancadas en torno de los 12,7 millones de toneladas desde 2012.

En ese ambiente, Estados Unidos ha incrementado su participación en las exportaciones globales, al pasar de un 35% del total en 2012 a un proyectado 40% en este año. Este crecimiento de la presencia de EEUU en el mercado mundial es la principal explicación de las sucesivas caídas de sus stocks de porotos.

Incluso, para estos meses se espera que en EE UU se produzca una sobreventa de soja y que por ello deban importar hasta 3 millones de toneladas para cubrir sus compromisos, sea internos o externos. En 2014 importaron 2,5 millones de toneladas.

Según el portal especializado Valorsoja, "en los últimos dos años la demanda mundial de soja se está concentrando en EE UU porque los otros dos grandes oferentes –Brasil y Argentina– registran diferentes problemas logísticos, monetarios y financieros que alteran la predictibilidad del flujo comercial de la oleaginosa".

Ello puede leerse como una decisión de las grandes firmas exportadoras de privilegiar la comercialización de la soja estadounidense respecto de la de las naciones sudamericanas, para lo cual apuntan a ciertos problemas estructurales de ambas economías para justificarla.

En el caso de Brasil, el impacto de los precios bajos ha sido grande. Ricardo Tomczyk, presidente de Aprosoja, una entidad que agrupa a los productores de soja del estado de Mato Grosso, aseguró días atrás que las ventas anticipadas equivalían al 11% de la cosecha proyectada cuando en febrero de 2014 era de casi el 50 por ciento. "Hay incertidumbre e indecisión", aseguró.

Las causas por las que los productores argentinos decidieron retener sus porotos de soja son conocidas y están en debate desde hace meses. En la mejor de los escenarios, esperaban una combinación de buenos precios internacionales y devaluación del peso. Pero la tendencia del mercado mundial marca desde mediados del año pasado que el sendero de precios es el contrario, es decir, descendente.

Respecto de la devaluación, tras la caída del peso en enero de 2014, el gobierno se cuidó de volver a practicar ese expediente y apeló a asegurarse un ingreso de dólares al tiempo que controló la salida de divisas.

El alza o la baja de los stocks de porotos de soja, tanto mundiales como en el caso del argentino, dependerán de dos tres variables: producción, demanda y precios. Así las cosas, el escenario con el primero es el de una supercosecha, en el que los tres principales productores mundiales elevarán su producción a niveles récord.

La demanda, ya se apuntó, se mantendrá con alzas leves respecto de la suba de la oferta global. Y el precio seguirá tumbado. La combinación de los tres factores determinará el futuro de los stocks.

Tiempo Argentino - 17 de febrero de 2015

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