América Latina: la guerra cultural

Estamos en período histórico en el que en el ámbito de la cultura se desarrollan procesos fundamentales para la dinámica política. Como nunca antes, quien tiene el control de los medios que permiten dirigir estos procesos, tiene posibilidad de hacer prevalecer sus intereses. Es por ello que el de la cultura se ha transformado en un espacio en disputa que tiene múltiples frentes y expresiones.

México: ¿crisis nacional o crisis de civilización?

Mirar la crisis del país como mero embrollo nacional es un error enorme. Hoy nada ni nadie escapa a las dinámicas y sinergias globales. En este sentido la ineficacia de la clase política mexicana corre al mismo ritmo de su falta de visión, su estrechez de criterios y su mediocridad intelectual. No se ve en el panorama dirigente ni partido político alguno con la capacidad de análisis de la compleja situación del mundo y, en consecuencia, capaz de ofrecer alternativas viables, eficaces y sensatas a la problemática nacional en el contexto global.

El alimento es una mercancía

La economía mundial está regida por mercados cada vez más globalizados donde los “valores” se mueven con objetivos que poco se corresponde con el desarrollo humano; la tierra, el agua, los combustibles, los minerales, las armas y los alimentos son parte de similar lógica.

Crece la oferta mundial de alimentos y se magnifica la especulación con los precios para su producción y consumo, mientras casi 1000 millones de personas sufren hambre y desnutrición; a esta “crisis” alimentaria se suma a la crisis financiera post 2008, la crisis energética y la Climática Global. Una profunda e inédita crisis -la mayor en la historia del capitalismo mundial- que abarca todos y cada uno de los ámbitos de la economía y la cultura, la alimentación, el trabajo, el ambiente, la política, la ética, las instituciones. Una “crisis civilizatoria”, para algunos pensadores.