La reacción ante el drama de los refugiados: una puesta a prueba para nuestra humanidad

La Gran Muralla china, las murallas de Roma y de cualquier otra ciudad del Medievo, la Línea Sigfrido, la Línea Maginot, el Muro atlántico… Las naciones (imperios, dictaduras o democracias) han empleado cualquier cordillera y río para mantener alejados a los ejércitos extranjeros. Ahora nosotros, los europeos, tratamos a las masas empobrecidas y hacinadas, los realmente inocentes de Siria e Irak, Afganistán y Etiopía, como si se tratasen de invasores foráneos decididos a arrebatar y someter nuestra soberanía, nuestra patria, nuestra fecunda y apacible tierra.

El sueño de Europa agoniza junto con los desplazados

Allá. El drama de los refugiados dejó al desnudo la impotencia europea para tramitar con un infierno, que aunque golpeaba constantemente las puertas del continente, era siempre allá. Hoy es aquí.

Esta crisis se ha incubado por años. Hay un foco principal en el norte de África y aún más allá en Eritrea, Somalía o Nigeria. Pero el tamaño del desafío va más lejos y es colosal.

Grecia y la deuda fatal

El lunes 3 de agosto del 2015, Puerto Rico entró en cese de pagos de la deuda, cuatro semanas después que lo hiciera Grecia el 1 de julio. Ucrania está al borde del cese de pagos mientras sus patrocinadores les están proveyendo de armas y municiones con crédito a pesar de su posición financiera. La única solución para problemas de estrangulamiento por deuda es la reducción de saldos, como vimos en América latina con el Plan Brady y con el HIPC. Las decisiones de alivio de deuda vistas en la historia son decisiones políticas que se toman para apoyar a algún gobierno. El mayor alivio provisto en la historia fue con la deuda alemana en 1952 y el anterior mayor alivio fue el de las reparaciones de guerra también alemanas en 1931.

Yanis Varoufakis esta en la picota por hacer lo que había que hacer

Yanis Varoufakis tiene estos dias pocos amigos en los círculos oficiales. Al ex ministro de finanzas de Grecia hace mucho que le aborrecen sus antiguas contrapartes de la eurozona, a quienes puso en evidencia de manera contraproducente su mediocridad. Desde su cese por su primer ministro, Alexis Tsipras ha criticado la capitulación de Grecia a las exigencias de Alemania, y sus compañeros de Syriza están perdiendo también la paciencia con él. Se esta convirtiendo en el chivo expiatorio perfecto por haber ideado un audaz plan de escape en caso de que los acreedores de Grecia cerrasen su sistema bancario y cortaran sus lazos económicos internacionales, como hicieron finalmente.

Para entender el fenómeno de la crisis

Raramente ha habido en la historia tanta acumulación de situaciones de crisis como en el momento actual. Algunas son coyunturales y superables. Otras son estructurales y exigen cambios profundos, como por ejemplo, la reforma política y tributaria brasilera. Pero hay una crisis que se presenta sistémica y que recubre toda la Tierra y la humanidad. Es una crisis ecológico-social.

La percepción general es que la Tierra viva no puede continuar así como se encuentra, pues nos puede llevar a un cuadro de tragedia con desaparición de millones de vidas humanas y porciones significativas de la biodiversidad.

El coraje de la desesperanza

Giorgio Agamben dijo en una entrevista que “el pensamiento es el coraje de la desesperanza”, una visión que es especialmente pertinente para nuestro momento histórico, cuando como regla general aun el más pesimista de los diagnósticos termina con una insinuación optimista de alguna versión de la proverbial luz al final del túnel. El verdadero coraje no es imaginar una alternativa sino aceptar las consecuencias del hecho de que no hay una alternativa claramente discernible: el sueño de una alternativa es una señal de la cobardía teórica, sus funciones como un fetiche que evita que pensemos hasta el final de nuestro predicamento. En otras palabras, el verdadero coraje es admitir que la luz al final de túnel es la luz de otro tren que se nos acerca en la dirección opuesta.

No hay mejor ejemplo de la necesidad de tal valor que Grecia hoy.