Drácula ronda las crisis argentinas

El exceso de autoestima que los argentinos solíamos exhibir en el pasado podría llevar a algunos a pensar, aún hoy, que la convertibilidad fue un gran hecho y su impulsor, Domingo Cavallo, un personaje de la historia universal. Aceptando por un momento tamaña megalomanía —y siguiendo a Marx— podríamos decir que la adopción por parte del tándem Cavallo I-Llach I (en 1991) del régimen de caja de conversión con tipo de cambio fijo 1 a 1 como opción de largo plazo constituyó la tragedia, y que el intento de resurrección post-mortem de ese régimen por parte de Cavallo II (en el 2001) fue la farsa.

Dejar el euro será traumático... pero peor será mantenerlo

Ya está cerca el desenlace de la tragedia griega del euro: es muy probable que este año o el que viene, Grecia declare la cesación de pagos de su deuda y abandone la eurozona.

Posponer la salida para después de las elecciones de junio, con un gobierno nuevo comprometido con alguna variante de las mismas políticas que ya fracasaron (austeridad recesiva y reformas estructurales), no restaurará el crecimiento ni la competitividad. Grecia está atascada en un círculo vicioso de insolvencia, pérdida de competitividad, déficits externos y una depresión cada vez peor.

La única forma de cortar este círculo es iniciar un default con abandono del euro, en forma ordenada y con coordinación y financiación del Banco Central Europeo (BCE), la Unión Europea (UE) y el FMI (la "troika"), de modo de minimizar los daños colaterales para Grecia y el resto de la eurozona.