Pobreza bajo cero

 

El conflicto docente fue Baradel, el impresionante acto del martes fue el incidente en el palco y la gran marcha de mujeres del miércoles fue el grupito que atacó al pibe con la bandera del Vaticano. El relato se abroquela: el resentimiento de un dirigente kirchnerista, el impresentable sindicalismo peronista y las feminazis.

Despidos masivos en la Argentina

 

Desde diciembre de 2015 a la fecha, las políticas implementadas en la Argentina han generado más de 190.000 despidos y cerca de 40.000 suspensiones, lo que constituye el mayor y más intenso deterioro de las condiciones de trabajo desde la crisis de la Convertibilidad, y el primer evento de esta naturaleza que se verifica en nuestro país en ausencia de crisis o golpes de Estado.

Un año del gobierno de Cambiemos

 

Allá por marzo de 2016 habíamos indicado en un artículo que el verdadero plan del gobierno de Cambiemos era la recesión programada: ”En realidad, el gobierno de derecha de Macri crea ilusiones y promesas con la deliberada intención de no cumplirlas porque su plan es otro: la recesión programada para que los salarios reales y la ocupación caigan y volvamos a una distribución del ingreso favorable al capital concentrado.”

¿Cómo hizo Néstor Kirchner para luchar contra la desocupación?

En nuestra nota del 17 de enero del corriente "Prat Gay y la vuelta al premeditado ciclo del fracaso económico recurrente y progresivo" (ver bibliografía), invitábamos al siguiente razonamiento: "Supongamos por un momento que al neoliberalismo le asiste la razón: sus ejecutores -los desfalcadores de la República Argentina- vienen a salvarnos de la desastrosa herencia kirchnerista.

Festival de bonos

El nuevo ciclo de endeudamiento externo público y privado comenzó con 26.710 millones de dólares en apenas tres meses. Se suman otros 5000 millones de dólares recibidos por el Banco Central en un préstamo de corto plazo, con una garantía de 10 mil millones en bonos públicos. Más otros 1489 millones en Letras del Tesoro a corto plazo. El saldo en un solo trimestre alcanzó los 33.199 millones de dólares. Ese monto seguirá aumentando en lo que queda del año. Esta semana habrá una nueva ronda de esas Letras en dólares a 3, 6 y 8 meses, y el plan del blanqueo de capitales de por lo menos 20 mil millones de dólares, según estimaron funcionarios de Hacienda y Finanzas, tiene previsto que una parte se canalice a través de la emisión de títulos públicos a tres y cinco años.

El inmenso esfuerzo social de cancelación neta de deuda iniciado con el pago al FMI, en enero de 2006, proceso que se extendió hasta el final del anterior gobierno, dejó el terreno despejado para que un gobierno conservador pudiera desplegar lo que mejor sabe hacer: endeudamiento gigantesco para maquillar el descalabro fiscal autoinfligido y para abordar la debilidad del sector externo por el déficit comercial y la constante fuga de capitales. Así fue durante la dictadura militar, en la década del noventa con la convertibilidad y ahora en el gobierno de Macri.

El retorno del capital financiero

En pocos meses el gobierno de Cambiemos ha desmontado gran parte de los avances logrados por los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina en doce años. La brutal devaluación, acompañada por la eliminación de las retenciones y una rebaja del 5 % a la de la soja (en un plan plurianual para eliminarla totalmente) se tradujo en un salto inflacionario que erosiona los salarios reales. Por otro lado ha iniciado un plan de reducción de personal en el Estado con claros fines persecutorios y de disolución de organismos de control y promoción social, al tiempo que da una señal al sector privado para que haga lo propio. El veto a la doble indemnización es una luz verde para continuar con esa política.

El ajuste no se ve

No se enoje con el título. Tenga paciencia y siga leyendo. Pero antes, piense unos segundos y responda si considera que en estos cinco meses el gobierno de Cambiemos realizó o no un fuerte ajuste de las cuentas públicas. La conclusión de la mayoría será, seguramente, afirmativa, influida por el impacto del tarifazo, por los despidos en el Estado y por el freno en la obra pública. Sin embargo, la realidad no es esa. Según datos oficiales, en el primer cuatrimestre del año el déficit del sector público fue de 62.403 millones de pesos, apenas 1.764 millones menos que en igual período del 2015. Ese resultado fue producto de un aumento en los ingresos del 29 por ciento y de un aumento en el gasto de un 24 por ciento.

Contra la sensación reinante, esos números están muy lejos de reflejar un fuerte ajuste fiscal.