Jugar a "la mancha de las estatuas": la política de los monumentos[1]

INSTRUCCIONES PARA JUGAR A LA MANCHA ESTATUA
Cuenta la leyenda, que para jugar a la mancha estatua, había que tocar a alguien y ese alguien quedaba manchado, hasta que algún otro lo salvaba. Para ganar, quien era mancha tenía que dejar a todos convertidos en estatuas, petrificados. Por esto tenía que cuidar de que no se le despetrificara ninguno. Lo más importante era decidir quien era mancha.