La tercera es la vencida

Por tercera vez en cinco meses, la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que no aceptará ninguna candidatura en las elecciones de este año. En una carta que se difundió cuando concluía el Congreso Nacional del Partido Justicialista, explicó que la democracia, ya perdida en lo económico y degradada en lo social, también "ha comenzado a romperse en lo político e institucional". Lo había dicho el 6 de diciembre pasado, cuando la condenaron en la causa por las obras viales en Santa Cruz, en las que no tuvo intervención alguna, y ratificado el 27 de diciembre en el estadio Maradona de Avellaneda. Pese a ello, aún quedan dirigentes que cantan "Cristina Presidenta" e instan a movilizarse para "romper la proscripción". El jueves en C5N, CFK dijo que ese canto era una letanía y afirmó que la mayoría del pueblo tiene comprensión de texto.

El regreso de Larreta, el discurso de Alberto y el win-win del Círculo Rojo

Alberto Fernández resiste un renunciamiento propio mientras aparecen candidatos para una PASO que La Cámpora resiste. Si Cristina Fernández de Kirchner no es candidata ¿habrá candidato cristinista? Larreta hizo un lanzamiento que lo devuelve a su lugar histórico. Mauricio Macri ingresa a la lógica política: tener el voto de oro en JxC. El guiño de Mirtha Legrand y la esperanza empresaria de un duelo electoral entre dos preferidos.

La confrontación

La confrontación hacia el interior del gobierno nacional mantiene un nivel alto y dificulta discernir las fronteras de la disputa. Crecen la especulación y la imaginación en torno al conflicto, con una oposición que gracias a la comodidad que el oficialismo ofrece, va preparando su retorno. 

Nada es para siempre

Es probable que el tipo de unidad histórica que planteó Cristina Kirchner para el lapso comprendido entre los años 2019-2023, comience a mutar y cambie en otra perspectiva tras esta etapa de oficialismo coaligado nominado Frente de Todos.

No solo es la Economía

El Frente de Todos ajustó cuentas y se redefinió: la renovación del gabinete nacional integra territorio y la sospecha necesaria sobre el desembarco de miradas y memorias progresistas y antiprogresistas, con un equipo de ministros que en situaciones óptimas no compartirían ni un café. La calma del establishment económico, los resentimientos por la política social, los nuevos desconciertos, la salud de los liderazgos y el miedo a volver al llano. Porque nadie quiere salirse del Estado, y CFK entró en campaña para evitarlo.