¡Generar riqueza no contradice el no lucro!

Como es conocido, las cooperativas se constituyan para enfrentar problemas o realizar sueños comunes de quienes las constituyen y hacerlo bien es, per se, su razón de ser. Para ello, ellas poseen la doble dimensión Asociación – Empresa. Asociación de personas, no sociedad de capitales por lo que cada miembro es asociado, no un socio, y Empresa por cuanto generan una sinergia de recursos y esfuerzos direccionados en función del objetivo para el cual fueron constituidas.

Buenas políticas, malos instrumentos

La “calle”, como espacio de expresión de las luchas sociales, puede ser también una radiografía de cada época. “En los ’70 peléabamos contra la explotación patronal, hoy peleamos por ser explotados, por la inclusión”, refería un dirigente piquetero de fines de los ’90 e inicios del 2000, con ironía pero con verdad. Ayer la pelea fue por la incidencia del Impuesto a las Ganancias sobre salarios de 20 o 30 mil pesos. Es una etapa diferente, que también requiere la adaptación de los instrumentos de política.

El Impuesto a las Ganancias “de la cuarta categoría” es uno de esos instrumentos que quedaron desencuadrados, fuera de época y, a veces, con resultados perversos en su aplicación. Emparchado varias veces durante los ’90 con fines recaudatorios (la tablita de Machinea es sólo un ejemplo, Cavallo las hizo peores), los retoques con fines más loables de épocas recientes terminaron por deformarlo más, hasta hacerlo incomprensible. El desconocimiento sobre cómo opera no es un problema menor para la búsqueda de un encuentro entre quienes lo critican y los otros que defienden su “carácter progresivo”.

Nueva iniciativa para terminar con la impunidad de las sociedades transnacionales

Muchos medios de comunicación en el mundo se han hecho eco en estos días del primer aniversario de la catástrofe de Bangladesh, donde murieron más de mil trabajadoras y trabajadores textiles víctimas de la desidia y del afán de obtener el máximo de ganancias de grandes empresas transnacionales que subcontratan la producción en ese país asiático y en otros países en condiciones infrahumanas.

A propósito del impuesto a los bienes personales

La ausencia de una política tributaria es una toma de posición en sí misma: significa dejar que los sectores privados jueguen con prescindencia total de cualquier regulación del Estado, ahondando las diferencias distributivas.

Así, toma relevancia tanto el origen de los recursos tributarios (quiénes pagan los impuestos) tanto como donde se aplican o “gastan”. Si la recaudación se centra en impuestos que gravan el consumo, el sistema tributario es regresivo y no contribuye a una distribución del ingreso más equitativa.