"Hay que construir barrios que ganen valor con el tiempo"

Enrique de la Calle
El arquitecto Daniel Becker brinda su opinión sobre los pro y los contra de las casas industrializadas como solución para el déficit habitacional. "Lo industrializado permite controlar costos y tiempos, y alienta la posibilidad de desarrollar una industria de la vivienda"

El arquitecto Daniel Becker fue el responsable del diseño del Centro Cultural del Bicentenario. En la entrevista analiza el proyecto de la Red Tecnopolítica sobre viviendas industrializadas. Su énfasis en la necesidad de intervenir sobre los barrios y no pensar en la vivienda como solución individual. Para Becker la industria de la vivienda prefabricada "tiene desarrollo pero le falta calidad en relación al diseño".

APU: ¿Qué opina sobre el proyecto sobre “casas prefabricadas”?

Daniel Becker: En primer lugar, hay una necesidad de viviendas, eso está claro. Pero siempre charlamos con Inti Alpert sobre la necesidad de que eso no quede en eso, que no se reduzca a la vivienda. En el país no hace falta solamente viviendas, sino barrios, espacios urbanos públicos. Hay que poner el énfasis en eso. Por supuesto que para que haya barrios dignos hay que construir viviendas dignas.

APU: ¿Las casas industrializadas pueden aportar a esa solución?

DB: Que sean industrializadas o no, no va en contra del concepto de lo público. Lo industrializado permite controlar costos y tiempos, y alienta la posibilidad de desarrollar una industria de la vivienda.

APU: ¿La industria de la vivienda es básicamente nacional?

DB: Creo que sí, por supuesto que hay sistemas con patentes extranjeras, pero en general es una industria con todos sus componentes nacionales. Hay años de experiencia en el tema. Muchas empresas vienen trabajando en ese sentido. Pero lo importante es pensar en el barrio y no en la vivienda como solución individual. Hay que pensar en soluciones de conjunto, en barrios que con el tiempo se valoricen, que la gente quiera vivir en ellos, no que se vayan marginando. La industria puede aportar.

APU: En relación a este tipo de construcción, se suele criticar la mala calidad de las viviendas.

DB: Hay algo antropológico, diría, en nuestro país, que tiene que ver con que las familias no quieren vivir en casas que sean livianas. Acá queremos la casa pesada, de ladrillos. Desde el punto de vista del habitar, esas casas livianas pueden tener los mismos atributos. Es algo más bien cultural.

APU: ¿Cómo se trabajan estos temas en otros países?

DB: Hay toda una problemática a nivel mundial sobre de qué modo podemos hacer grandes cantidades de viviendas, que realmente necesitamos. Y al mismo tiempo, no cometer desde el punto de vista urbanístico los mismos errores que se cometieron en otras épocas. Por un lado, no crear barrios alejados de los servicios, las infraestructuras básicas, el transporte. Por otro, está la crítica a los grandes conjuntos altamente densificados. Lo ideal es crear sistemas de media densidad.

APU: ¿Ese sistema de media densidad es aplicable a centros urbanos muy poblados como Gran Buenos Aires?

DB: Nada es fácil en ninguna sociedad. Es perfectamente posible, se necesita planificación a largo plazo. Muchas veces, se trata de cuestiones legales que hay que resolver.

APU: La industria de la casa prefabricada: ¿tiene desarrollo en el país?

DB: Tiene desarrollo pero le falta calidad en relación al diseño. En algún momento los industriales de la vivienda deberían relacionarse con las universidades para mejorar la calidad y dotar a la vivienda de concepto urbano. Eso me parece lo central. Las casas industrializadas son pensadas como solución individual, con el tiempo pierden valor. La idea es que no pierdan valor, todo lo contrario.

Agencia Paco Urondo -16 de enero de 2015

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