Ante la segunda vuelta

En esta elección presidencial está en juego la preservación de los derechos y avances sociales, económicos y culturales alcanzados en los últimos doce años, amenazados por un proyecto de restauración conservadora que -en caso de triunfar- implicaría un fuerte retroceso en las condiciones de vida de la gran mayoría de los argentinos.

Cambiemos y el macrismo sostienen un proyecto neoliberal que nos pondría de rodillas ante los fondos buitres -”hay que pagar lo que diga Griesa”, sostuvo Macri- y subordinaría el desarrollo argentino a la estrategia imperial del Tratado del Pacífico.

Argentina: un balotaje crucial para América Latina

El resultado de las elecciones del pasado domingo no fue un rayo en un día sereno. Un difuso pero penetrante malestar social se había ido instalando en la sociedad al compás de la crisis general del capitalismo, las restricciones económicas que impone a la Argentina el agotamiento del boom de las commodities y la tenaz ofensiva mediática encaminada a desestabilizar al gobierno. Era, por lo tanto, apenas cuestión de tiempo que esta situación se expresara en el terreno electoral. Ya las PASO (elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) celebradas el 9 de Agosto habían sido una voz de alarma, pero no fue escuchada y analizada por el oficialismo con la rigurosidad requerida por las circunstancias. Prevaleció una actitud que para utilizar un término benévolo podríamos calificar como “negacionista”, gracias a la cual la autocrítica y la posibilidad de introducir correctivos estuvieron ausentes, con las consecuencias que hoy estamos lamentando.

Los izquierdistas y el balotaje

Los sectores de izquierda y la decisión ante el balotaje, en un jugoso diálogo con el secretario del comunismo platense, Gastón Varesi.

El balotaje para el 22 de noviembre derivado de las elecciones presidenciales del pasado 25 de octubre atraviesa a toda la sociedad. Como no podía ser de otra manera, los sectores de izquierda también entraron en la polémica. Que sí, que no, que a favor, que en contra, que en blanco, que en positivo, los distintos partidos que conforman ese sector ideológico exponen sus argumentaciones con miras a la consecución de un proyecto que, con sus claroscuros, podría englobarse en aquello cantado tantas veces en los primeros años ’70: la patria socialista.

La prioridad de Macri y Scioli

Desde el domingo pasado hasta el 22 de noviembre los dos candidatos no tienen prioridad, porque prioridad hay cuando existen alternativas. Desde el domingo pasado hasta el 22 de noviembre Mauricio Macri y Daniel Scioli tienen un único objetivo que es ganar la elección. Pero sea quien sea el triunfador, no hay duda de que una vez electo tendrá como prioridad en materia económica conseguir dólares para aflojar la restricción externa y, sólo así, intentar cumplir las promesas que realizó durante la campaña. Justamente en ese tema prioritario radica una de las pocas diferencias notorias entre lo que el sciolismo y el macrismo vienen diciendo en la campaña.

La contradicción principal

El estilo anodino de la campaña ocultó que Daniel Scioli y Mauricio Macri sostienen modelos económicos contrapuestos. El truco del discurso opositor es proponer soluciones en apariencia simples a problemas estructuralmente complejos.

Los resultados de las elecciones del domingo 25 de octubre fueron un balde de agua fría no sólo para una porción importante de la clase política y su constelación de consultores y encuestadores, sino también para muchos analistas de la política y la economía enfocados en pensar una realidad que quedó en stand by hasta el 22 de noviembre: cómo sería un potencial gobierno de Daniel Scioli. De pronto la realidad impuso también una duda relegada hasta entonces a los márgenes: cómo sería un potencial gobierno de Mauricio Macri.

“Esconde algo”

El ex ministro de Economía Roberto Lavagna afirmó que la propuesta del PRO de eliminar el cepo al dolar es “irresponsable” y “esconde una devaluación”, al tiempo que rechazó que el ajuste sea viable para la economía. “La idea de que puede levantarse el cepo en un día, si no es falsa, esta escondiendo algo: una gran devaluación o un gran endeudamiento”, aseguró el ex ministro de Economía de Néstor Kirchner y actual asesor económico del Frente Renovador.

Los consejos del Señor Bein

En el ingreso del tramo en que la campaña empieza a tomar más intensidad, las definiciones económicas adquieren mayor relevancia en el debate electoral. Si bien por ahora no se han convertido en el centro de las propuestas para seducir a los votantes, ya hubo promesas y señales sobre lo que piensan en materia económica los principales candidatos a ocupar la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre de 2015. Mauricio Macri dijo que al otro día de iniciado su gobierno liberaría la compra de dólares provocando críticas de propios y extraños, como la de Roberto Lavagna, uno de los varios economistas que tiene Sergio Massa, que lo calificó de “irresponsable”. Además del dólar, otros temas económicos que estarán en la discusión electoral serán los subsidios, el gasto público, el conflicto con los buitres, la inflación y los salarios.

El círculo rojo

Convocados en la Universidad Católica Argentina, los mayores grupos económicos del país y los principales dirigentes de la oposición se dieron cita, el jueves pasado, para articular lo que uno de los participantes –Clarín– tituló como “inédito consenso” entre 900 líderes del gran mundo de los negocios corporativos. Se sugiere repasar la cobertura de Página/12, basada en fotos del acontecimiento que lo simbolizan por completo.

La potencia del gasto social

Luego de la marcha del jueves pasado, Mauricio Macri sostuvo: "Espero que la presidente tome el mensaje, y que no volvamos con que vamos a profundizar el modelo." (Ambito.com, 14/09/12). Esto indica que "la sintonía fina" está tocando intereses sensibles que reaccionarán más cuanto más se profundice el modelo.

En este marco se acaba de anunciar un incremento en las asignaciones familiares y en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y para embarazadas, que involucra un mayor gasto de 5200 millones de pesos, lo cual tendrá, según la ANSES, un efecto multiplicador sobre la economía que generaría una producción de 2,7 pesos por cada peso otorgado en asignaciones.