El legado, la herencia

El kirchnerismo culminó su gestión con una contundente suba del empleo y de los ingresos, junto a una fuerte baja del endeudamiento externo. Paralelamente, deja una coyuntura de restricción externa y déficit fiscal.

Esta economía está dirigida por una política que tiene objetivos, y que está dispuesta a hacer lo que hay que hacer para que esos objetivos se cumplan”, señaló Axel Kicillof poco antes de asumir como ministro de Economía, para luego detallar que estos objetivos serían “defender el trabajo y la mesa de los argentinos”. Fue, en rigor, una síntesis sobre los doce años de gestión económica kirchnerista, donde todas las variables de la economía debieron subordinarse a estos dos grandes objetivos, el empleo y los ingresos (salarios, jubilaciones, planes sociales).

El valor del miedo y el coraje

Se habla en los medios de comunicación hegemónicos, de una supuesta campaña del miedo armada para atemorizar sobre los riesgos de un posible triunfo de Mauricio Macri en el ballotage del próximo 22 de noviembre. Son los mismos medios que nos convocaron a no temer e incluso valorar el golpe de 1976 y las políticas neoliberales de endeudamiento, privatizaciones y destrucción del aparato productivo en los noventa. Su complicidad «tranquilizadora» allanó el camino de quienes arrasaron los derechos humanos, sociales y políticos de los argentinos.

Por la victoria de un país industrializado, inclusivo y soberano

Desde 1987 APYME viene trabajando por el desarrollo autónomo, inclusivo y sostenido del país con activa participación de las micro, pequeñas y medianas empresas.

La entidad siempre se ha manifestado por los valores de la democracia, los derechos humanos y sociales y la distribución equitativa de la riqueza de acuerdo con su papel gremial y político de expresar las demandas del conjunto de las Pymes en función de una sociedad más justa.

Hoy los argentinos nos encontramos en una instancia clave ante el balotaje del próximo 22 de noviembre, cuando deberemos decidir entre candidatos que representan dos diferentes proyectos de país.

Esta afirmación no expresa un prejuicio ideológico sino un diagnóstico sobre la realidad social, política y económica en que estamos inmersos los argentinos.

“el desafío es decidir desde que visión de país resolvemos los desequilibrios económicos”

De cara al balotaje que definirá un nuevo gobierno el próximo 22 de noviembre, el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE) realiza este jueves una charla debate que contará con la presencia del economista y ex embajador argentino en Francia, Aldo Ferrer y el investigador del CONICET, Alejandro Roffman.

Entre la continuidad y el cambio

Continuidad con cambios. O Cambiemos. Esas parecen ser las alternativas que, en materia económica, presentan el Frente para la Victoria y la alianza Cambiemos, los dos proyectos que concentraron la mayoría del electorado y se medirán en segunda vuelta el 22 de noviembre. Y es que mientras que el programa del espacio político liderado por Mauricio Macri promueve fuertes modificaciones para la economía que se ha venido desarrollando durante el ciclo kirchnerista, para el candidato oficialista Daniel Scioli se trata de “continuar con todo lo construido en estos doce años, seguir profundizando lo que se hizo bien y cambiar los errores que tuvimos”.

A triunfar con Scioli

Hoy estamos, por cierto, golpeados; muy golpeados, pero no vencidos. El conservadurismo, que evidentemente también recogió muchos votos de los sectores populares, está de fiesta lanzando sus “despolitizados” globos, a diestra y siniestra (perdón, por lo de siniestra).

Mil interpretaciones habrá sobre lo sucedido: triunfo de la antipolítica; errores con la designación de tales o cuales candidatos; algunos personajes por cierto impresentables; desencantos y tristezas de los propios; reactualización de principismos abstractos desde el mismo campo del amplio espacio del kirchnerismo y/o de los “progresistas” o “de izquierda”.

Lo cierto es que la derecha, apoyada como siempre de manera transnacional, pudo nuevamente avanzar para poner al país ante la posibilidad de retroceder hacia la terrible década de los 90, donde se sufrió tanto y se perdieron tantos derechos. Los derechos que se recuperaron a partir del 2003 y los muchos nuevos que se concretaron no fueron suficientes para evitar el refortalecimiento de las perspectivas neoliberales.

Caídos del mundo

En materia de política exterior existen dos percepciones aglutinantes. Una refiere por derecha a la idea de “Argentina caída del mundo”, otra; por izquierda, remite a una presunta “decadencia de Estados Unidos”.

La primera presupone que “el mundo” se recorta en el imperio estadounidense y sus satélites europeos. Su propuesta de economía política es la del “desarrollo dependiente”.

Rescate de la política en contra del poder del dinero

Financierización significa que el dinero lo invade todo. Que el capital especulativo es el hegemónico. Los bancos ya no prestan para inversiones productivas o para que la gente compre lo que necesita o para se hagan investigaciones. No, los bancos viven de la compra y venta de papeles. Cuando se anuncian, con todos sus ceros, al final de cada día, cuanto ha movido cada bolsa de valores, no se ha producido ni un bien, ni se ha generado ni un empleo.

La alemanización de la Unión Europea, incluyendo Grecia

En el discurso que dio el entonces Ministro de Finanzas griego el 15 de julio, el Sr. Yanis Varoufakis, se refirió a las reformas impuestas a Grecia por el Eurogrupo (en el que el Ministro de Finanzas alemán, el Sr. Wolfgang Schäuble, era una figura dominante en tal grupo) como comparables a lo que “ocurrió en Versalles”, cuando los vencedores de la I Guerra Mundial impusieron a Alemania unas medidas de tal dureza que fueron la causa, más tarde, de la aparición de la II Guerra Mundial.