El rol del FMI en la economía Argentina

En la actualidad se está debatiendo un programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que podría condicionar el camino que adopte la política pública en el futuro. En este contexto se hace imperioso revisar el rol que ha tenido el FMI en la historia de nuestro país, apoyando las políticas neoliberales, financiando la salida de capitales de la Argentina y agravando los problemas estructurales de la economía y el incumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales. Su estrategia acorrala a países periféricos, que ceden soberanía, sometiendo el diseño de sus programas económicos y sus políticas públicas a la definición del organismo. El desafío que enfrenta el actual gobierno es lograr un acuerdo que se diferencie de los anteriores y que le permita conservar el dominio sobre sus políticas públicas.

Desdolarizar para crecer y distribuir

Las graves condiciones en que la Alianza Cambiemos dejó a la economía nacional, tuvieron como causa fundamental el financiamiento con deuda externa del déficit fiscal y la liberalización del movimiento de capitales con el exterior. El crecimiento de la fuga de capitales y del endeudamiento externo, causados por la restauración de los pilares de un régimen de valorización financiera culminaron con el inédito e irregular endeudamiento con el FMI.

Finanzas y desposesión

Los tres períodos neoliberales en la Argentina han concluido con rasgos que son un calco entre sí: endeudamiento colosal que requirió de reestructuraciones, encuadradas en programas con el FMI. Este organismo condicionó siempre la política económica y la autonomía de su formulación: es el rasgo de su ADN.

¿Y si primero defaultea el FMI?

La parálisis y el mutismo que aquejan a Mauricio Macri y a su gobierno mientras el dólar se dispara y la inflación se espiraliza han logrado que los economistas profesionales afines, que hasta anteayer exaltaban sus políticas, hoy coreen el reclamo de aquel obrero de la construcción que, al final de un acto en Parque Patricios, le reclamó al presidente “¡por favor, hagan algo!”