El dólar en el campo de batalla

En el Ministerio de Economía y en el Banco Central aseguran que tienen reservas líquidas suficientes y, si fuera necesario, pueden sumar más en forma inmediata con el swap de China. Después de los recientes errores de comunicación y ejecución afirman que comenzaron una etapa de mayor coordinación. Señalan que la armonización de la tasa de interés de referencia es un paso clave.

El dólar y la lucha por su predominio

Desde abril del 2014 han salido un conjunto de declaraciones huecas de parte de la presidenta del Federal Reserve Board, Janet Yellen, orientadas a mover expectativas en el mundo financiero, globalizado y en vías de desdolarización. Con la gran banca americana desprestigiada, con problemas en los mecanismos de determinación de tipos de cambio, tasas de interés y precios de commodities, multas por más de 30,000 millones de dólares de parte del SEC, tasas de interés rayanas en 0%, y la depreciación de la moneda del orden de 30% en relación al euro y a muchas monedas latinoamericanas; el sector financiero americano parecía a inicios del 2014 en vías de pérdida de relevancia.

La pelea por los dólares

Los dólares en la economía doméstica son disputados por diferentes sectores. Presionan con intensidad para obtenerlos porque consideran que su pedido es prioritario sobre el resto. Las divisas ingresan por la cuenta comercial (saldo entre importaciones y exportaciones) y por la cuenta capital (inversión extranjera directa, saldo de servicios y endeudamiento). La puja por los dólares adquiere más fuerza cuando la escasez relativa se hace presente ya sea por una merma en la provisión o por un aumento de la demanda por encima del promedio gatillado por cuestiones locales o internacionales. La pelea por los dólares tiene los siguientes protagonistas:

El submundo del blue

"Acá hay inversión, flaco. El uniforme es gran parte del éxito." Eran las 14.30 de un día de la semana pasada, a pocos metros de Florida y Lavalle. Un hombre cantaba roncos boleros y dos chicas levantaban un cartel. Ofrecían "grandes precios": hamburguesas a 28 pesos. "Perdón, ¿qué inversión?", preguntó el cronista. "La pilcha. Con esto se marca la clientela a la que vas. Ojo, no pongas el día ni la pilcha mía. Sólo la hora." Darwinismo cambiario en estado puro.

"¿Ves aquél? Va a otro público. Por la pilcha." Señalaba a un joven de jean, zapatillas, campera Adidas, chaleco y gorra. "Ése va por turistas jóvenes. Cambian poco, para el día. Mirame a mí, otra cosa. Yo voy a familias, matrimonios; cambian más y son más desconfiados. Por eso te digo esto de la inversión en pilcha", explica el hombre, que lleva un traje cruzado.