Un informe de EE.UU. dice que hubo 22.000 desaparecidos

A 30 años del golpe: desclasifican datos de la inteligencia chilena [i]Dos días después del golpe, Kissinger había pedido "alentar" a los militares argentinos. [/i] Gerardo Lissardy. WASHINGTON. Fuente: Clarín

Pese a haber sido advertido de que en Argentina aumentaría la represión y correría sangre, ex jefe de la diplomacia estadounidense Henry Kissinger pidió a sus funcionarios "alentar" a la dictadura militar en el país, apenas dos días después del golpe de Estado de 1976, indicó un documento desclasificado y difundido ayer en Washington.

La orden de Kissinger figura en una serie de papeles divulgados por el Archivo de Seguridad Nacional, una organización no gubernamental de Estados Unidos, a propósito del 30ø aniversario del golpe militar. El material incluye una estimación de inteligencia chilena según la cual el total de personas asesinadas y desaparecidas en Argentina alcanzaba a 22 mil en 1978.

"Los quiero alentar", dijo Kissinger sobre los golpistas argentinos durante una reunión con su personal el 26 de marzo de 1976, según el acta desclasificada de esa reunión, que ofrece la prueba más temprana sobre la reacción del gobierno de Gerald Ford al quiebre institucional.

El comentario del entonces secretario de Estado norteamericano se produjo apenas después que su adjunto para América latina, William Rogers, le advirtiera sobre los planes violentos de quienes acababan de instalarse en poder argentino. "Tenemos que esperar un nivel considerable de represión, probablemente una buena cantidad de sangre, en Argentina durante de mucho tiempo", pronosticó Rogers.

También anticipó que los militares argentinos "van a tener que caer muy duro no sólo sobre los terroristas sino sobre los disidentes de los sindicatos y sus partidos". "El punto es que en este momento no debemos salir corriendo a abrazar a este nuevo régimen -que dentro de tres o seis meses va a ser considerablemente menos popular con la prensa", advirtió Rogers.

"Pero tampoco debemos hacer lo contrario", replicó Kissinger, según el documento. "Oh, no; obviamente que no", acordó Rogers. Explicó que enviarían una nota formal de reconocimiento a las nuevas autoridades argentinas, pedida por éstas, pero el embajador estadounidense en Buenos Aires, Robert Hill, mantendría "la boca cerrada".

Entonces Kissinger marcó la línea a seguir. "Cualquiera sea la chance que tienen (los militares argentinos), van a necesitar un poco de aliento de nosotros", dijo. "Los quiero alentar, no quiero dar la sensación de que están hostigados por EE.UU.", insistió.

Otro documento divulgado por el Archivo de Seguridad Nacional aporta luz sobre la cantidad de desaparecidos en la dictadura. La cifra nunca fue establecida con precisión y oscila entre los 9.089 contados por la Comisión Nacional sobre Desaparecidos y los cerca de 30 mil que estiman defensores de derechos humanos.

Según la ONG, Enrique Arancibia Clavel, un agente de inteligencia chileno que estaba destacado en Buenos Aires, envió por escrito en 1978 la "lista de todos los muertos" en Argentina, que incluía datos oficiales y no oficiales recabados en el Batallón 601 del Ejército. "Se tienen computados 22.000 entre muertos y desaparecidos, desde 1975 a la fecha", informó el agente bajo el seudónimo de Luis Felipe Alemparte Díaz. El documento fue obtenido en los archivos judiciales argentinos por el periodista estadounidense John Dinges para su libro "Los años del Cóndor".

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