Una crisis en el centro del mercado
La crisis iniciada en una franja del mercado inmobiliario estadounidense confirmó la inestabilidad y la tendencia orgánica a la crisis del mercado financiero contemporáneo y la vulnerabilidad de las economías grandes y chicas ante el libre movimiento de los capitales. Los países denominados “emergentes” entre los que se encuentra la Argentina, están en la actualidad mejor preparados desde el punto de vista macroeconómico para afrontar las turbulencias que en los años noventa. Aun así estos países sufrieron las consecuencias de la incertidumbre con fluctuaciones de capitales y aumentos en el costo de financiamiento. En este escenario el MERCOSUR mostró una alarmante pero no llamativa parálisis. Ninguno de los miembros tomó una iniciativa para coordinar políticas de defensa ante la turbulencia. Una vez más prevaleció el juego no cooperativo del pequeño nacionalismo que domina las relaciones de la asociación -y de Latinoamérica en general-, contrastando con experiencias europeas y asiáticas en situaciones de riesgo cambiario o financiero.