Miradas sobre la cuestión social en la Argentina democrática (1983-2013)

Desde la restauración democrática argentina en 1983, la pobreza comienza a ocupar un lugar central en la política pública social. Contribuyeron a ello su incremento durante el gobierno militar y las décadas siguientes; la movilización social de pobres y desocupados; la acción de nuevos o remozados actores de la sociedad civil abogando por o asistiendo a los necesitados; el trabajo de expertos y el progresivo interés de los medios de comunicación y la constitución de un público preocupado por el tema.

Surgieron nuevas expertises con propiedad2 legítima sobre el estudio y gestión del problema, y se extendieron debates con participación de partidos, sindicatos, iglesias, fundaciones empresariales, organizaciones sociales, agencias multilaterales y centros de estudios. Dadas las sucesivas crisis fiscales y los recurrentes cambios políticos, el Estado no estuvo en condiciones, de ofrecer puestos permanentes a los nuevos profesionales, quienes combinaron la actividad estatal con la pertenencia a otras instituciones.

Las penas son de nosotras

El 47 por ciento de la población rural está constituido por mujeres y su tarea resulta un pilar para la economía familiar y nacional, no sólo porque trabajan la tierra y salen a parar la olla cuando es necesario, sino porque crían y educan a la futura fuerza de trabajo.

Ciudad para especuladores: hacinamiento y periferia para los pobres

7:00 hs. Aún no sale el sol y la estación de José C. Paz está abarrotada de trabajadores. Esperan en silencio, y con sus auriculares puestos, la salida del flamante ferrocarril San Martín. Sin embargo, más de la mitad arrancó de madrugada: es que para llegar a la estación, “hay que salir del barrio: caminar o tomar el remís, y luego un colectivo”.

Los usos públicos de la historia[1]

1. ¿Por qué elegir este tema para empezar a #hablardehistoria en un programa de radio que se llama #ruidodemedios?

Porque desde mi punto de vista, vivimos en una época en la que son escuchados, televisados y publicados numerosos y muy diversos usos de la historia: por parte del Estado nacional –“en boca de” funcionarios del gobierno nacional y/o de otros niveles de gobierno o como fundamentos de políticas públicas; y por parte, también, de dirigentes de fuerzas políticas no oficialistas; o por los medios masivos de comunicación.

Todos somos macacos

Después de la enésima vez que han tirado plátanos en contra de jugadores de futbol negros en Europa, Daniel Alvez ha resuelto comer el plátano y Neymar declaro: “Todos somos macacos” (Todos somos monos). Es el comienzo de la reacción, que los propios europeos parecen incapaces de hacer, en contra de la discriminación en los estadios de futbol, simple continuación de lo que pasa en la vida cotidiana en países que se consideran blancos y civilizados”.

Europa “civilizada” se ha enriquecido en base a la esclavitud y a su corolario: la discriminación y la reducción de los negros a “bárbaros”.

Atender demasiado a los demás, maldición de la clase trabajadora

"Lo que no llego a entender es por qué no anda la gente sublevada por las calles?" Oigo esto aquí y allá, dicho por gente opulenta y con poder. Hay una especie de incredulidad. "Al fin y al cabo", parece querer decir el subtexto, "ponemos el grito en el cielo cuando alguien se atreve siquiera a a amenazar nuestras exenciones tributarias; si alguien pusiera en peligro mis posibilidades de tener comida o techo, yo andaría quemando bancos y asaltando el Parlamento. ¿Qué le pasa a esta gente?".

Es una buena pregunta. Pensaríamos que un gobierno que le ha infligido ese sufrimiento a quienes tienen menos recursos para resistir, sin darle un giro a la economía, se habría arriesgado a un suicidio político. Por el contrario, la lógica básica de la austeridad la ha aceptado casi todo el mundo.

Homenaje a Arturo Sampay, el mentor de la Constitución de 1949

El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak, y el secretario de Justicia, Julián Álvarez, inauguraron una placa en la sede central del Ministerio en Sarmiento 329 y rebautizaron el edificio con el nombre de Arturo Enrique Sampay en homenaje al jurista. Es por un decreto que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó a fines del año pasado. Sampay fue el mentor de la Constitución Nacional de 1949, una obra jurídica estudiada en todo el mundo como ejemplo destacado del constitucionalismo social.

Hora de reflexionar

El viernes pasado, a las 16, viajaba en el tren del Ferrocarril Belgrano Norte y en la estación de Carapachay se presentó este dilema que en la actualidad nos toca muy de cerca y nos afecta a todos. El tren empieza a moverse a paso de hombre y de repente escucho el grito de una joven: "¡Me robaron el celular!". Cuando me asomé, la vi en el piso, con un brazo herido; a unos treinta metros veo a otro joven, que la había tirado del tren con la intención de robarle su celular, interceptado por un policía. En un parpadeo, se bajó medio tren; había personas de todas las clases sociales, hasta mujeres, increpándolo y tratando de lincharlo. Al acercarme vi cómo dos policías no daban abasto para resguardar la integridad física del joven. No justifico en lo más mínimo su acto, pero no creo que la forma de resolver esto sea hacer justicia por mano propia. Era claro que lo iban a matar. Me uní a los policías para frenar esta ola de venganza, la gente estaba enceguecida. "¡Mátenlo, mátenlo, mátenlo!", decían. Observé el rostro del joven, desenfocado de la realidad, no entendía qué estaba sucediendo, claramente bajo los efectos de algún estupefaciente.

No voy a hablar de política, voy a hablar de insensibilidad hacia la vida humana. ¿En qué nos estamos convirtiendo? ¿En hienas, chacales?

Si no meditamos y revertimos estos actos impulsivos, en poco tiempo más vamos a entrar en una anarquía total, no vamos a poder defender a nuestros propios hijos. No estoy de acuerdo con ningún acto ilícito, estoy de acuerdo con una justicia que actúe en tiempo y forma; pero la justicia por mano propia no nos hace mejores que este joven descarriado.