El despojo de los metales argentinos
El autor hace un llamado a la dignidad frente al impune despojo y a una servidumbre colonial que únicamente difiere del Potosí de la conquista en el reemplazo de las armas por asociaciones espurias, sobornos y buenos modales. Sostiene que la dirigencia política y social debe promover en el Parlamento la modificación del Código de Minería, la anulación de las leyes mineras de Menem y los tres decretos privatizadores de la actividad petrolera que destruyeron ochenta años de política de Estado. Hoy más que nunca, la divisoria de aguas entre el modelo neoliberal y una política nacional emancipadora pasa por la recuperación de esos recursos. Como diría el Dr. Alejandro Olmos: o se está junto al pueblo argentino por la nacionalización de la minería y los hidrocarburos, o se está del lado de sus enemigos: las corporaciones y sus aliados locales.