El Estructuralismo Latinoamericano como filosofia de la Historia: una interpretación propia sobre el capitalismo histórico
La situación de crisis que vive la casi totalidad de países latinoamericanos, caracterizada por el estancamiento económico, la debilidad y fragilidad de los sistemas políticos democráticos, el crecimiento de la pobreza, la profundización de la brecha de la desigualdad en la distribución de la riqueza de la misma forma que crecen las diferencias de riqueza y poder entre las grandes naciones industrializadas y los países en desarrollo, mantiene la vigencia del necesario (aunque ausente) debate sobre la concepción del desarrollo que debería permitir revertir la situación de atraso y dependencia. En el artículo se plantea como hipótesis central que la tradición de pensamiento conocida como el “estructuralismo latinoamericano” –desde sus primeras formulaciones cepalinas y otras coincidentes desarrolladas fuera de la CEPAL- (Prebisch, Furtado, Pinto, Cardoso, Faletto, Dos Santos, etc.) hasta las más recientes, bajo el llamado “neoestructuralismo” (Osvaldo Sunkel, Luciano Tomassini, Aldo Ferrer, Mario Rapoport y este autor, entre otros)- es una línea homogénea de pensamiento, que constituye, en su conjunto, una interpretación sobre el proceso global del capitalismo histórico y su impacto sobre la configuración de sus polaridades: centro y periferia. Desde este punto de vista, ella es tal vez la única expresión de una filosofía de la historia generada en la periferia y que ha confrontado, hasta el presente, con las interpretaciones o filosofías de la historia producidas por la inteligencia europea y norteamericana.