El autor opina que la sobrevaluacion del peso en la convertibilidad disminuye marcadamente el precio interno del algodón en términos de poder adquisitivo. Esta caída se compensa por el abaratamiento de la importación de insumos y con aranceles disminuidos. En igual sentido se suma la modificación del régimen del IVA agropecuario. Sin embargo, para aprovechar estos cambios, los capitales algodoneros requieren contar con una escala crecientemente concentrada. Esta circunstancia resalta particularmente respecto de la mecanización de la cosecha. Resulta entonces notable el reflejo de dichas políticas económicas en el proceso de diferenciación de los agentes de la producción algodonera. Los mayores mantienen su rentabilidad, e incluso pasan un período floreciente, pese al menor precio interno del algodón. Multiplican así su número y aumentan su escala media. Por lo contrario, los menores son aceleradamente expulsados de la producción, al incurrir en pérdidas que consumen incluso buena parte de su capital circulante. Decrece su número, y hasta su tamaño unitario, en medio de una fuerte expansión de la producción total. Al sumarse esta expulsión a la mecanización de la cosecha, la expansión de la producción se caracteriza por la violenta transformación de los trabajadores algodoneros en población obrera sobrante. Las políticas públicas referidas potencian de manera específica esta transformación.