Nueva división internacional del trabajo
El mundo del capital ingresó desde fines de los años sesenta en una aguda crisis que terminó por poner fin a las formas predominantes aunque aquel se valorizaba. Los años siguientes, azuzados por la recuperación de la tasa de ganancia, constituirán tiempos de grandes avances en materia de conocimientos y de aplicaciones tecnológicas que permiten hablar de una verdadera revolución en al menos cuatro campos: microelectrónica, computación, software y telecomunicaciones. Esos avances propiciarán significativas modificaciones en la organización del proceso de trabajo y en la conformación de una nueva División Internacional del Trabajo. América latina se verá fuertemente afectada por dichas transformaciones, en medio de la propia crisis del patrón de industrialización, dando inicio a un patrón de reproducción del capital sustentado sobre las exportaciones y en la especialización productiva, el que en su fase actual ha permitido la conformación de nuevos subimperialismos en la zona.