Sin política y sin ley

¿Puede ser la negación de la política una forma nueva de hacer política? Javier Milei lo intentó con uno de los proyectos refundacionales de su gobierno: la Ley Ómnibus. La Libertad Avanza eligió la fanfarronería y el maltrato por sobre la negociación y la seducción. La Cámara de Diputados le sostuvo la vela durante un mes y diez días, hasta que ayer lo dejó chocarse de frente con la realidad: sin votos no se consigue una ley y sin política no se consiguen los votos.

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