El vínculo de Perón con la Confederación General Económica
Se realizó en el IADE una nueva presentación de artículos de la revista Realidad Económica.
Juan Pablo Marinelli, especialista en Economía Política de FLACSO e integrante de la Cátedra Abierta “José Ber Gelbard”, presentó en el IADE su artículo La relación de Perón con la Confederación General Económica (CGE) durante los primeros gobiernos peronistas, publicado recientemente en la revista Realidad Económica.
Marinelli estuvo acompañado por la socióloga Mónica Peralta Ramos, quien comentó el material, y por Cecilia Vitto, socióloga e integrante de la comisión directiva del IADE.
El artículo, incluido en la edición 314 de la revista del IADE, fue abordado por Marinelli a través de sus 3 ejes centrales: “si Perón creó o no la CGE”, el vínculo de Perón con esa confederación empresaria y las características de dicha entidad. “La constitución de la CGE con su estructura, su composición inicial y sus posturas van en contra de ciertos intereses de Perón”, explicó Marinelli que detalló los distintos juegos de poder que se desplegaron entre los actores de la confederación -creada en 1952- y el gobierno peronista.
El expositor delimitó además las características de la central empresaria: “La estructura de la CGE se va a componer con industria, comercio y agricultura. Va a tener una estructura federal y un andamiaje económico en el cual las grandes empresas financien los aportes menores de empresas más pequeñas”.
En cuanto a las posturas de la CGE y la definición del “tipo o existencia de una burguesía nacional”, Marinelli aclaró que “la CGE, al igual que otros sectores de grupos empresarios, no terminan de elaborar un proyecto industrialista. Parecen disputar más, como lo señala Diamand, por tener protecciones arancelarias a las actividades que manejan. Ese es uno de los elementos que no permiten constituir una burguesía nacional”.
En su recorrido de acciones, dijo el especialista, la CGE “se pliega a una postura de los sectores tradicionales que marcan que las fuertes intervenciones del Estado pueden traer complicaciones a la actividad privada”. Y agregó: “La postura de la CGE, a mediados del ‘50, se ajusta a una concepción bastante liberal de nuestros sectores empresarios. Parece repetir la lógica de asegurar su tasa de ganancia y no otra cosa”.
La convivencia de gestión entre la CGE y el gobierno peronista fue tratada por el especialista quien manifestó que “sólo se da en los años 1954 y 1955, centralmente a través de la participación de Gelbard en los consejos que creaba Perón. Pero con el avance de la oposición al peronismo y su derrocamiento se ve una resistencia tibia e intentan no quedar pegados con el periodo anterior”.
Finalmente, Marinelli subrayó que “lo que uno ve es que, desde ningún punto, en los ‘40 y los ‘50 a la CGE se la puede considerar burguesía nacional, en el sentido de una postura nacionalista y de enfrentamiento con el capital extranjero. Los aspectos nacionalistas van a presentarse recién a fines de los ‘60 y principios de los ‘70, más que nada corridos por una radicalización de la clase obrera”, concluyó el integrante de la Cátedra Abierta “José Ber Gelbard”, abriendo un interesante debate en el Aula Mosconi del IADE.
El cierre estuvo a cargo de Peralta Ramos que aportó nuevas propuestas de abordaje al texto de Marinelli y resaltó la necesidad de elaborar “un análisis de la estructura productiva para saber si existe como sujeto” una burguesía nacional. La socióloga también mencionó “la orientación de la acumulación de capital” para determinar el posicionamiento de los actores económicos y, en especial, lo que fue el accionar de la CGE en ese entorno.