La alforja de Realidad Económica
Mil novecientos setenta. Hay ebullición en el aire, una esperanza latente de cambio social de múltiples dimensiones e implicancias. América latina ha sido capaz de generar corrientes teóricas de influencia universal, dotadas de un herramental nuevo destinado a pensar ese mundo periférico que revela su propia naturaleza. El cristal académico eurocéntrico se ha mellado y muestra sus límites hegemónicos. La cultura y la política son los ámbitos florecientes de un debate social rico y polifacético, creativo, renovador, forjado durante las décadas previas y que subvierte formas y discursos arcaicos. Pensar la identidad de ese tercer mundo y dilucidar su propia noción de desarrollo democrático. Esa realidad es expresión de los movimientos sociales emergentes de la época, efervescentes, inquietos, que buscan cristalizar una visión alternativa de lo social, de lo económico, que no logra corporizar en la gran prensa. Es el momento de maduración de la nueva izquierda, de los movimientos nacionales y