La Asamblea de Gualeguaychú: su lógica de nuevo movimiento social y el sentido binacional “artiguista” de sus acciones
Las autoras señalan que los llamados “nuevos” movimientos sociales reciben ese calificativo porque no funcionan desde la lógica gremial ni partidaria. No buscan necesariamente la institucionalización, no se organizan verticalmente sino por redes; en muchos casos deciden por asambleas y no generan dirigentes sino “referentes”. Destacan que los autoconvocados de Gualeguachú expresan en sus años de acciones colectivas dos características: su lógica de funcionamiento es la de un movimiento social y no la de un gremio (de allí su “desobediencia civil”) y, por lo menos hasta ahora, tienden a estrechar lazos y a no enfrentarse con el Uruguay. El artículo se centra sobre estas dos cuestiones. Comienza con un apartado acerca de las condiciones de surgimiento del movimiento: forestación y la instalación de las pasteras en el Uruguay. En segundo lugar se construyen los hitos, los momentos clave en los que se evidencian estas características y las reacciones de otros actores (políticos, medios de comunicación, activistas sociales, etc.) Una de las hipótesis del trabajo es que la significativa impronta que Artigas estableció en el siglo XIX entre las regiones de uno y otro lado del río configuró un lazo muy fuerte entre ambos pueblos. Este pasado y el contacto con otros movimientos sociales que despliegan tal característica contra las corporaciones y no contra otras poblaciones locales se cruzan positivamente en esta posición que evita “nacionalismos y xenofobias”.