El gas argentino tiene dos fechas en su historia. Una de alegría y nostalgia, y la otra de profundo dolor. La primera es el 5 de marzo de 1945, cuando el gobierno nacional a través de YPF, procede a la toma de las empresas extranjeras distribuidoras de gas -entre ellas, la británica La Primitiva de Gas- y la fija como el Día de la Nacionalización del Gas. La otra, es el 28 de diciembre de 1992, cuando el gobierno de Menem privatiza Gas del Estado (GdE), entregándola a precio de liquidación a sociedades privadas con capital mayoritariamente externo, después de haber concretado su irracional “descuartizamiento”, al dividirla en diez empresas. Esta última fecha es conocida como el Día de la Desnacionalización del Gas o, humorísticamente, como el Día de los Inocentes Argentinos Gasíferos.