La devaluación de 2002 ha iniciado un proceso de crecimiento ininterrumpido de la actividad económica, que no encuentra antecedentes en la historia inmediata de nuestro país. Entre los elementos que lo distinguen de etapas de reactivación previas, podemos destacar: el crecimiento de la actividad manufacturera, la generación de puestos de trabajo asalariado, y el comportamiento superavitario de la balanza comercial. En este marco, el objetivo central de este trabajo es el de analizar la sustentabilidad del patrón de crecimiento que se ha abierto con la devaluación, atendiendo a tres cuestiones centrales: la vinculación entre los sectores que explican dicho crecimiento, las restricciones estructurales que han permanecido ocultas detrás de una coyuntura internacional inédita, y las limitaciones que se derivan de la misma ante la crisis financiera.