...O como Internet crea nuevas formas de socialización y quehacer colectivo
Las relaciones humanas siempre han estado mediatizadas por Instituciones, ideologías y mecanismos tecnológicos. Desde que nacemos hasta que morimos, vamos aprendiendo a relacionarnos con el medio cultural y generando relaciones, que modifican dicho medio. En todo debate cultural acerca de los medios tecnológicos con los que generamos nuevas relaciones, existen dos posturas extremas, la de los tecnófobos y la de los tecnófilos. Ambas manifiestan a lo largo de la historia humana, dos caras de la misma moneda: ver la construcción social de manera unilateral.
Los seres humanos a diferencia de los animales somos seres hipersociales. Nos construimos en relación, a través de las relaciones y con los demás. De esta manera crece nuestra inteligencia. A partir de ello, los medios tecnológicos a nuestro alcance, nos permiten generar nuevos tipos de relaciones, cuestionar las existentes, revolucionar nuestros puntos de vista o simplemente conservar nuestro acervo.
En cualquier caso lo que nosotros vivimos actualmente, es una fase en el desarrollo humano. Internet está recién en sus comienzos, tanto a nivel técnico, comunicativo, político y social, si hablamos a escala de la historia comparada con otras tecnologías.
Dicho esto, es importante analizar el estadio actual de las relaciones sociales en Internet y su potencial desarrollo, tomando en cuenta dos teorías socio históricas que vienen al caso: de desarrollo desigual y combinado. Ambas, interrelacionadas, miden sincronía y diacronía de un fenómeno a estudiar, y nos permite comprender en este caso concreto, cómo las nuevas tecnologías, no solo Internet, en un lapso corto de tiempo histórico, modifican nuestro entorno cultural, y a su vez generan nuevas tecnologías de relación.
Estudios recientes, que cito al pie, indican que Internet refuerza los lazos sociales. Estos estudios recientes desmienten otros anteriores; lo importante es preguntarnos de qué hablamos cuando hablamos de relaciones a través de Internet. ¿Existe una realidad virtual diferente a la realidad cotidiana? ¿Internet cambia la manera de relacionarnos? ¿cuantitativa o cualitativamente?
Las biotecnologías, las nanotecnologías, la robótica, las nuevas ciencias cognitivas, ¿modifican nuestro cuerpo y nuestra conciencia, y por ende, nuestras formas de relación?
Estamos viviendo una etapa histórica de transición a escala mundial, en el terreno económico, político y social. No hay forma de explicar y explicarnos las “nuevas relaciones humanas” sin captar que las propias ciencias, y particularmente las humanas y sociales tienen varios problemas metodológicos para definir los “nuevos tiempos”.
Podemos llamar a esta etapa dentro de la sociedad capitalista, “tardomodernista”, como indica Fredric Jameson, e indicar con ello, que se está llevando al extremo, la lógica de la concentración capitalista, y los presupuestos ideológicos que la modernidad no llegó a cuajar. Pero no olvidemos que dicha lógica necesita del desarrollo desigual y combinado de nuestro planeta, con áreas y poblaciones totalmente excluidas, y otras, las menos, que concentran todos los avances. Este desarrollo desigual es interior a los propios sistemas de trabajo, de control, de relación y convierte al desarrollo de nuevas tecnologías en una fuerza productiva directa.
En dicho marco también el desarrollo desigual entre sociedades, se entrecruza con un desarrollo combinado transversal al ecosistema planetario, que algunos llaman ahora Imperio, Globalización, Posmodernismo.
Lo importante a destacar ahora es que las relaciones humanas no solo no han dejado de mercantilizarse, es decir, de convertirse en una mercancía más, con su propia medida de valor/trabajo, y por lo tanto valor de uso y de cambio, se han vuelto dentro de la categoría productiva llamada Internet un valor que genera nuevas formas de plusvalía.
Sin embargo algunos artículos publicados aquí mismo creo que se quedan en la antesala de lo que las ciencias sociales deben investigar, y los ciberciudadanos hacer consciente, esto es: que las relaciones que propagandizan los sitios a la moda, usan los nuevos medios, pero no cambian el sentido de dichas relaciones. Lo que debemos hacer visible ahora, mediante las nuevas técnicas de estudio, macroencuestas en red, foros alternativos de debate, congresos virtuales, investigaciones de cibercampos, etc., es que Internet está no solo reforzando los lazos sociales, sino generando nuevas formas de socialización: hablo de inteligencia colectiva, de relaciones en red, ciberemotividad, cibertrabajo, en definitiva la creación de nuevas identidades en transición a un quehacer colectivo.
Si esto es así, entonces estamos poniendo los ladrillos sociales, que vayan cuestionando lo que esta sociedad actual nos hace perder, ante la desigualdad en la distribución de la riqueza, la injusticia en la apropiación del trabajo ajeno que genera dicha riqueza, socializando el conocimiento en red (dentro y fuera de la Red) y recuperando nuestros cuerpos, nuestros sentimientos y nuestras relaciones, en una vida que realmente merezca la pena de ser vivida.
Fuente: Cibersociedad