Crisis social y marginalidad
Como país, es obvio que retrocedimos brutalmente. El autor afirma que los argentinos perdimos los derechos sociales a la salud, a la educación, a la vivienda, a la seguridad social, al empleo, a la intangibilidad de los salarios, a la autonomía de los recursos y servicios estratégicos (petróleo, comunicaciones, aeronavegación, electricidad, gas, agua, etc.) y ahora que avanzan sobre los ahorros de la población. En términos de consignas primero vinieron por los derechos sociales, ahora vinieron por los ahorros y mañana (que ya casi es hoy)... por las tierras.
Para enfrentar esta cruda realidad, en el artículo se sostiene que habría que apelar a aquella afirmación de Antonio Gramsci, cuando planteaba “la necesidad de ejercitar al mismo tiempo el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad” y que a nosotros nos corresponderá trabajar sobre el eje de rescatar “el optimismo de la voluntad”, que debe pasar simultáneamente por la resistencia y las propuestas.