Entrevista a Carlos Heller por Reynaldo Sietecase
R.S.: Gracias le digo además enfáticamente porque no es fácil encontrar muchos economistas que no tengan posiciones, si se quiere híper críticas o muy críticas del gobierno que salgan al aire. Y además se complementa esto con que los funcionarios de Economía no hablan y por eso a veces ayuda poder hablar con usted sobre esta visión que se tiene sobre el dólar. ¿Cómo está analizando esto de que el dólar ilegal, el dólar blue, como se lo quiera llamar, esté en estos niveles?
C.H.: Para mí es ilegal, lo de "blue" es una elegancia que le ponen, fantástica. Es decir, la "coca libre" o cosa por el estilo, ¿no?
R.S.: Es ilegal, pero está.
C.H.: Bueno, lo es lo único ilegal que está... que no lo mejora en todo caso plantea la existencia del problema. A ver, si uno mira fríamente los diarios de ayer, por ejemplo, que titulan escandalosamente alrededor de esta cuestión, al mismo tiempo si después uno se adentra a la noticia, todos dicen: "Se trata de una operatoria pequeña, marginal, de escaso peso real en la economía, pero con una gran influencia psicológica porque se toma como un valor de referencia". Es decir que lo que tenemos es un brutal fenómeno de instalación de que este mercado ilegal, pequeño, no trasparente, etc. es la referencia que determina que lo otro está atrasado. En realidad eso es un disparate, no soporta ningún análisis serio. A medida que el gobierno avanza en las restricciones y lo hace más chiquito esto, porque bueno, se descubrió por ejemplo que muchísimos argentinos viajaban al Uruguay, iban al casino, compraban fichas con tarjeta de crédito y se hacían de dólares. Entonces cerraron la ventanilla o cosa por el estilo, se van como cosas difícil de conseguir porque no hay lugares oficiales y públicos de venta y escasa, porque no hay oferta, lo poquito que hay de pronto se va por las nubes. Ahora el asunto es cuánta pelota hay que darle a ese tema o cuánto hay que tomarlo como referencia de lo que sucede en la economía real.
R.S.: Ahora perdóneme Heller, más allá de estos movimientos especulativos o este intento también de instalar el tema para que haya una devaluación, que es lo que observan algunos y usted también lo está haciendo. ¿En cuánto impacta en la gente? Es decir, para algunos economistas que uno viene escuchando o leyendo, esto tiene que ver con la inflación, con la emisión excesiva, con el gasto público, con el déficit...
C.H.: Pero ése es un verso más viejo que, qué sé yo qué. A ver, Reynaldo, la situación de la economía argentina hoy uno la tiene que medir a través de las grandes variables macroeconómicas, no hay ninguna razón para que pase esto. El precio del dólar en definitiva puede ser importante cuando se analiza desde los sectores productivos en relación a si es compensatorio en relación a los costos de producción que se tienen localmente. Es decir, yo puedo decir que a tal rubro no le conviene a exportar a este dólar porque no da. Entonces en realidad esto es una combinación de factores donde usted tiene que tener el análisis de los costos internos, el tipo de cambio y el precio internacional. ¿Qué quiero decir con esto? Para decirlo con un ejemplo concreto, yo no creo que a los sojeros este tipo de cambio no les resulte rentable, porque hay un precio internacional de la soja altísima. Por ahí si nos vamos a la otra punta, a los productores de pera del valle de Río Negro, podemos encontrar que el precio internacional de la pera está bajo, estoy dando un ejemplo arbitrario, y entonces la combinación de costos, tipo de cambio y precio internacional hace no rentable la exportación de pera. Entonces tal vez lo que haga falta es trabajar finamente en análisis sectorial que puede exigir algún tipo de medidas complementarias para que algunos sectores no se perjudiquen, pero si la solución es una devaluación, todos ya sabemos lo que eso significa, pero eso incide luego sí en los precios internos y demás. Es absurdo escuchar a economistas que dicen por un lado que hay que devaluar y que por el otro lado se quejan de que hay alta inflación. No hay ninguna cosa que aumente más la hoguera de la inflación que una devaluación, es una locura eso. Romina Manguel: Heller, buenos días, ¿cómo está? A ver si nos ayuda a entender sin demasiados tecnicismos esto que parece ser como un círculo vicioso a esta altura. El gobierno impone cada vez más restricciones y el dólar ilegal sigue aumentando. ¿A dónde termina esto? ¿Por dónde se corta?
C.H.: No, no, yo creo que no está bien el planteo, porque si tenemos una situación ilegal, lo que tenemos que ver es cómo combatimos la ilegalidad, no lo podemos plantear de... No podemos decir: el tipo de cambio está atrasado, ¿cómo hacemos para que se acerque a lo ilegal así deja de molestarnos?
R.M.: No, pero evidentemente las medidas del gobierno lo que hacen es que sigue disparándose y aumentando este dólar ilegal, no lo controlan.
C.H.: ¿Ese dólar ilegal en qué influye de verdad, realmente en la vida de la gente común? Porque el dólar que se utiliza para comprar cosas importadas, que por ejemplo podría incidir en los precios que luego la gente paga, es el dólar oficial. El dólar que se usa para el turismo es el dólar oficial. Es decir, no hay una cuestión donde ese dólar...
R.M.: ¿El dólar inmobiliario, por ejemplo, atado al dólar ilegal?
C.H.: Hay un dólar inmobiliario atado al dólar ilegal que es absolutamente también arbitrario, porque usted se da cuenta que de pronto tiene dos mercados en la Argentina, el mercado de las construcciones inmobiliarias nuevas que se están haciendo desde los pozos, que se están haciendo en pesos, y el mercado inmobiliario de los departamentos terminados donde los dueños de esos departamentos ajustan el valor de sus propiedades a una arbitraria comparación con ese dólar ilegal y por eso después se quejan de que no venden. Porque la noticia que sigue es que las operaciones bajaron a la mitad. Y bajan a la mitad porque la oferta que hay está fuera de lógica porque los costos... Mire, la construcción es una actividad extrañísima, porque lo único que tiene en dólares es el precio final, todo lo demás es en pesos. Los trabajadores de la construcción cobran en pesos y el cemento se compra en pesos y los ladrillos se compran en pesos y las ventanas se compran en pesos y así de corrido. Entonces, ¿cuál es la razón para que el precio final de los departamentos se tome con la referencia de ese dólar ilegal? Es absurdo.
R.S.: A propósito de combatir la ilegalidad, ¿por qué el gobierno tolera a las cuevas, a no sé, 20 o 30 arbolitos que hay en la calle Florida?
C.H.: No sé, no sé, yo no tengo esa respuesta, hay que preguntar... Tal vez porque...
R.S.: A mí me encantaría preguntárselo a algún funcionario, estamos en eso hace una semana.
C.H.: ...trata de evitar actuar de manera represiva. Pero yo creo que debería... porque los arbolitos deben tener en algún lugar una planta, ¿no? R.S.: Sí, claro, a eso voy, porque también otra pregunta complementaria, Heller... ¿De dónde sale la guita que tienen ellos, de dónde salen los dólares?
C.H.: De las cajas de seguridad, sin duda...
R.S.: Las que tienen las cuevas...
C.H.: Es plata que ya está fuera del circuito, Reynaldo. No hay provisión de dólares del sistema oficial, ninguna entidad puede vender dólares de ninguna manera, sino estaría...
R.S.: ¿Puede ser que esa plata venga de afuera, que haya dólares que vengan de afuera, de Uruguay, pongale?
C.H.: Tienen que venir de manera ilegal...
R.S.: Sí, también, ilegal, por supuesto.
C.H.: Claro, y bueno, eso ya sería además contrabando, ¿no? Estaríamos hablando de...
R.S.: El día que enganche a alguien contrabandeándolo dólares, no sé... Yo me acuerdo de Antonini Wilson nada más, pero no me acuerdo...
C.H.: Sí, pero en todo caso lo que podríamos coincidir es que habría que profundizar los controles. Lo que yo dije ayer en una declaración al respecto es que a la presión que en este momento ejercen los operadores de este mercado ilegal, no se le responde liberando o flexibilizando las cosas, sino justamente con más regulaciones que tornen más difícil que esto pueda seguir funcionando. En definitiva nosotros lo que necesitaríamos es un país donde lo ilegal tienda a desaparecer y necesitaríamos un país donde la moneda propia sea la referencia que los argentinos vamos aceptando como el valor que utilizamos para todas nuestras transacciones.
R.S.: Ahora para eso hay un problema, la mayoría de la gente no confía en otras alternativas y además las otras alternativas de ahorro dan menos... o sea, no es que dan menos rentabilidad, pierden en la carrera con la inflación.
C.H.: Según qué índice tomemos para hablar de la inflación. Pero aceptando que eso pueda ser, entonces lo que tenemos que hacer es trabajar sobre esas variables, para tratar de que vayan tendiendo a converger, sino no hay alternativa, porque nos vamos siempre por la peor de las variables. Es decir, si la inflación es alta, tenemos que buscar maneras de compensar a los ahorristas, para que no pierdan, pero eso luego tiene una contrapartida inmediata, que esos costos se van a ir a trasladar a los créditos. Cuando se trasladan a los créditos vamos a decir que enfrían la economía. Entonces la economía es el manejo, yo diría, armónico, razonable, de todas esas variables. Aquí lo que hay que trabajar, ayer la presienta dio una pista por un camino, dijo: "Bueno, vamos a abrir las importaciones de algunas cosas porque hay sectores monopólicos, etc.". Bueno, primera cosa, estamos diciendo públicamente que hay sectores monopólicos que imponen precio y tenemos que tomar medidas. Las medidas pueden ser abrir la importación, las medidas pueden ser meternos en las estructuras de precio y ver cuáles son las rentabilidades que tienen, las medidas pueden ser trabajar en una reforma impositiva progresiva que desaliente la ganancia por encima de cierto margen de rentabilidad. Pero lo cierto es que hay que atacar el problema y para mí no hay que atacarlo con las recetas clásicas, las recetas clásicas siempre son terribles para la gente, porque todo se reduce a: reduzcamos el gasto público, entonces le pagamos menos a los jubilados, a los maestros, hay menos plata para salud; emitamos menos, entonces el crédito se encarece y entonces el consumo baja. Son todas recetas que ya se conocen. Hay que dejarse de vincular la emisión monetaria con la cantidad de reservas, eso es la convertibilidad, no se puede estar en contra de la convertibilidad y estar haciendo cuentas de cuántos pesos circulan en relación a los dólares que hay en el Banco Central. La emisión monetaria está vinculada al crecimiento que ha tenido el producto bruto de la Argentina que más que se duplicó en una década. ¿Entonces contra qué reserva emite el Gobierno de los Estados Unidos sus dólares? Lo hace contra la fortaleza de su economía, del nivel de su producto bruto.
R.S.: Le agradezco muchísimo que nos haya atendido, Heller.
C.H.: Hasta cualquier momento.
Vorterix - Guetap 22/03/2013