La recesión se adueña de la UE e irrumpe en una golpeada Francia

Luisa Corradini
Francia se sumergió nuevamente en el abismo de la recesión y se sumó así a la situación del resto de la eurozona que no logra salir de la crisis económica. Los peores presagios sobre el temido double dip se confirmaron ayer cuando Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea (UE), dio a conocer el crecimiento del primer trimestre de 2013. Cuando la mayoría de los 17 países de la eurozona creía haber superado la crisis iniciada en 2008, volvieron a caer en una aguda fase de retroceso económico.

Además de Francia, la economía se contrajo en Holanda, Finlandia y -sin demasiadas sorpresas- siguió sumergida en Italia, España, Portugal, Grecia y Chipre. Incluso Alemania, la primera potencia de la eurozona, logró apenas retornar al crecimiento. Ese país, que representa casi un tercio de la economía de la zona euro y es la primera potencia industrial del bloque, registró un crecimiento inferior al previsto, de sólo 0,1%, que le evitó caer en la recesión, tras un trimestre de crecimiento negativo (-0,7%) a fines de 2012.

Austria, otro país "virtuoso", se mantuvo al borde del abismo con 0% después de un inquietante -0,1% en el período anterior. Algunos de los 17 miembros -como Grecia- no logran salir del abismo desde 2010; otros, como España, llevan siete trimestres consecutivos en rojo y la recesión en Portugal se prolonga desde 2011.

Tomada en su conjunto, la eurozona se encuentra en recesión desde el segundo trimestre del año pasado. El producto bruto interno (PBI) de la eurozona cayó 0,2% entre enero y marzo de este año, después de haber perdido 0,6%, 0,1% y 0,2% en los tres últimos trimestres de 2012, afirmó Eurostat.

Fuera de la zona cubierta por la moneda única, Gran Bretaña también está en recesión con un retroceso de 0,3% en los últimos dos trimestres. "La miseria continúa", comentó con resignación Carsten Brzeski, economista del banco holandés ING. "Prácticamente todos los países de la zona, salvo Alemania, están en retroceso. Y hasta hoy nada parece capaz de detener esa espiral."

La doble recesión que registra la eurozona amenaza con agravar los niveles de desempleo, que llegó a niveles récord desde la creación de la moneda única en 1999: la desocupación en los 17 países de la eurozona afecta a 19,2 millones de personas (12,1%), según las últimas estadísticas publicadas por Eurostat.

Si bien las tendencias opuestas de Francia y Alemania -los dos países más ricos del bloque- demostraron una vez más las diferencias que existen entre el norte y el sur de la UE, también son una prueba de las graves turbulencias que atraviesan hasta las más sólidas economías.

La economía francesa no había conocido dos trimestres consecutivos de evolución negativa del PB -definición técnica de la recesión- desde comienzos de 2009. No obstante, en los últimos cinco trimestres, el país registró una fase de crecimiento positivo, aunque extremadamente débil.

En otras palabras, la economía francesa se halla en punto muerto desde comienzos de 2012 y cada vez es menos seguro que el gobierno del presidente socialista François Hollande consiga alcanzar sus objetivos de alcanzar un anémico 0,1% de crecimiento para todo 2013.

Para Hollande, si bien Francia padece la misma recesión que la zona euro, "se ve menos afectada que los otros". Así lo afirmó ayer en Bruselas, después de mantener un almuerzo de trabajo con los 27 comisarios europeos. "Alemania registró un retroceso de su PBI de 0,7% en el último trimestre del año pasado, mientras que el de Francia es de sólo 0,2%", señaló el presidente.

En el peor momento de su popularidad, con apenas 25% de opiniones favorables tras apenas un año en el poder, Hollande repitió que "su único objetivo es el crecimiento, aunque naturalmente sin abandonar el rigor".

Es necesario reducir los déficits "no porque Europa lo exige, sino porque es lo que conviene para Francia", explicó. Contrariamente a lo que muchos militantes de su partido piensan, "producir más déficit no significa producir más crecimiento", señaló.

Pero la tarea no será fácil. Según el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, "Francia enfrenta un verdadero problema de competitividad y 20 años de atraso en la materia".

En ese contexto explosivo, Hollande deberá convencer a los franceses de las virtudes de su estrategia: un sutil equilibrio entre desendeudamiento e incentivo a la actividad, con medidas tan alejadas del socialismo como la reducción de aportes patronales para no agravar la recesión y una reforma laboral destinada a permitir mayor flexibilidad en las contrataciones y despidos.

Pero, con 23 meses ininterrumpidos de aumento del desempleo (10,6%), nada es menos seguro. Según los especialistas, el crecimiento francés debe alcanzar un ritmo de 1,2% para poder reducir el paro.

La admisión de Hollande

En el peor momento de su popularidad, el presidente francés dijo que su objetivo era el crecimiento

· "La situación económica es grave, no sirve de nada subestimarla"

· "El único objetivo es el crecimiento, aunque naturalmente sin abandonar el rigor"

· "Todos los Estados miembros se ven afectados por la recesión, Francia menos que los otros"

La Nación - 16 de mayo de 2013

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