Políticas de ajustes en Europa traerán más pobreza
También serán válidos los justos reclamos de las protestas populares contra las exigencias del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, esa troika de prestamistas internacionales de las naciones europeas.
España, Grecia, Portugal, Italia, Irlanda y Chipre han sido víctimas de una fórmula aplicada por primera vez en mayo de 2010, tras conocerse la compleja situación económica de Atenas, que al borde la quiebra accedió a “un generoso monto” para evitar su caída.
Desde entonces se estableció que cualquier nación en riesgo, perteneciente a la Eurozona, podría acceder al aporte de fondos para evitar el derrumbe de la economía europea siempre que cumpliera con una serie de requisitos.
Dichas ayudas no eran simples donaciones, pues la troika exigía garantía de pago, lo que lógicamente complicó a las naciones europeas.
Ejemplo de eso son los compromisos asumidos por Grecia para recibir el rescate: aumento del impuesto al valor agregado, rebaja de las pensiones, despidos masivos de funcionarios públicos, pérdida de poder adquisitivo de la población y cierre de negocios.
El citado informe de Oxfam asegura que las políticas de austeridad tienen como efecto agravar la pobreza y las desigualdades, pues con ellas solo se beneficia el 10 por ciento de la población, las capas más ricas.
Las estadísticas publicadas en los últimos años por la Comisión Europea ratifican esa aseveración y demuestran un aumento de la desigualdad en casi todo el continente, pero principalmente en los países que más están ajustando sus economías mediante un rescate.
Según las estimaciones de Oxfam Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia podrían convertirse, en algunos de las naciones más desiguales del mundo.
Apunta esa ong que a finales de 2011, unos 120 millones de europeos vivían en la pobreza, considerado como tal por Bruselas a quien ingresa menos del 60 por ciento del salario medio de su país.
A partir de ahí el informe plantea que si la política económica del bloque no cambia, esa cifra aumentará hasta 146 millones de personas en poco más de una década, convirtiendo en pobre a la cuarta parte de la población de la Unión Europea.
Tan es así que Oxfam critica los ajustes y la forma de aplicarlos, además acusa a los gobiernos de recortar los programas de beneficio para las capas más desfavorecidas, como seguridad social, salud y educación, a la vez que reduce los derechos de los trabajadores y va hacia un modelo fiscal generador de más desigualdad.
Se aprecia en el texto, titulado La trampa de la austeridad, una acusación a la reducción desmedida de la deuda, que además de no reducirla originó millones de desempleados, ya que los adeudos privados de los bancos pasaron al sector público.
Para solucionar tal situación Oxfan propone reestructurar o cancelar la deuda pública, porque “existen alternativas claras a las actuales políticas de austeridad”.
SiBCI - 15 de septiembre de 2013