La planificación estatal de grandes programas tecnológicos desde la semiperiferia: los proyectos CAREM y ARSAT
Diego Martín Cúneo
ARSAT 3 y el fin de la larga noche neoliberal, nada menos.
La noticia largamente esperada se conoció el pasado martes 4: ARSAT e INVAP anunciaron que retomarán el desarrollo y construcción del 3er. satélite geoestacionario de comunicaciones argentino (del cual sus 2 predecesores se encuentranhoy orbitando a 36.000 kilómetros de la Tierra).
La coherencia del cambio
Del 2003 al 2015 nuestro país atravesó un proceso económico – social que denominaremos de Desarrollo Inclusivo (DI): el PIB per cápita (PPP) creció un 81% y el índice de GINI, que es una medida de la desigualdad, disminuyó en un 21% (Datos del Banco Mundial); este crecimiento de los niveles de igualdad estuvo a contramano de lo que, durante el mismo período, sucedía en los países de alto nivel de industrialización en los que la desigualdad está creciendo a ritmo sostenido [1].
Exitoso lanzamiento del ARSAT-2
El ARSAT-2, segundo satélite geoestacionario de telecomunicaciones diseñado e integrado en la Argentina, fue lanzado exitosamente desde el Centro Espacial Guayana, en Kourou, Guayana Francesa. Un nuevo hito histórico en la soberanía tecnológica de nuestro país.
El ARSAT-2, segundo satélite geoestacionario para telecomunicaciones de la serie ARSAT, fue lanzado exitosamente el 30 de septiembre de 2015 desde el Centro Espacial Guayana a las 17:30 hs desde un vehículo Ariane 5 ECA de la empresa prestadora del servicio Arianespace.
Cuna de satélites: Invap tiene la fórmula del éxito
"¡Todo según lo esperado, todo! ¡Cada paso es un aplauso!"
Desde Benavídez, la voz de la joven ingeniera Ana Caumo, que el 16 de este mes fue la encargada de dar el OK de su equipo para el lanzamiento del primer satélite geoestacionario argentino, vibra de entusiasmo.
En una pausa de la vigilia de 10 días, en los cuales cumplió turnos alternados con sus colegas para controlar durante las 24 horas las maniobras que culminaron exitosamente ayer, destinadas a ubicar el paquete de tres toneladas a 36.000 km de altura, confiesa que nadie quiso perderse ni un detalle.
Argentinos en órbita
El triunfo tecnológico de esta semana es la culminación de un cambio enorme en las prioridades del sector. El insólito negocio de Nahuel 2, las demoras para lanzar el segundo satélite y la intervención de Néstor Kirchner para crear uno íntegramente argentino.
Para poder poner un satélite en el espacio, los países del mundo se reparten las órbitas. Es decir, hay un organismo especializado de las Naciones Unidas, llamado Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que distribuye las “cajas espaciales”. La Argentina tiene asignadas dos 1). Una está a 72 grados de longitud Oeste. La otra, corresponde a 81 grados Oeste. Ambas posiciones orbitales se miden con respecto al meridiano de Greenwich. El Arsat-1, lanzado el jueves, ocupará la de 72 grados. ¿Por qué ser tan específico con estos datos? Sígame por acá y verá.
Con mucha ficha
El Estado nacional está diseñando una amplia política de telecomunicaciones que hará eje en la provisión de conectividad a través de fibra óptica, la utilización de las frecuencias 3G para brindar servicios de telefonía celular, la bajada de contenidos para la televisión digital abierta y la gestión y puesta en órbita de satélites de comunicaciones. El denominador común para llevar adelante esta estrategia es Arsat, una compañía pública que nació en 2006 para hacerse cargo de la operación de un satélite que pertenecía a la empresa Nahuelsat, pero con el tiempo pasó a ocupar un rol central en la planificación de la política de telecomunicaciones del Estado.