Asamblea General Constituyente del Año XIII
La conmemoración este año de los doscientos años del establecimiento de la Asamblea Constituyente del año XIII es muy oportuna, porque nos recuerda las luchas de nuestros revolucionarios de la primera independencia, a pesar de y contra los enemigos externos e internos; hace docencia sobre el coraje de tomar medidas de cambios cuando es necesario hacerlo, mostrando que no existen tótems sagrados que no puedan voltearse o eliminarse. Además, como también ocurre en el presente, nos enseña a ser optimistas en el proceso transitado, aunque las poderosas fuerzas que se oponen parecerían indicar lo contrario.
Lograr la paz eterna
Además del genocidio y el robo de tierras, los vencedores volvieron a practicar la odiada esclavitud que había comenzado a eliminarse en nuestro país en la célebre Asamblea del año XIII...
Esa esclavitud fue reimplantada por el presidente Avellaneda y su ministro de Guerra, el general Julio Argentino Roca. Se puede comprobar en los diarios de Buenos Aires de la época de la “campaña del desierto” en avisos oficiales con el título de “Hoy entrega de indios”. Y cuyo texto rezaba: “A toda familia que lo requiera se le entregará un indio varón como peón, una china como sirvienta y un chinito como mandadero”. Tal cual.