Berlín, cicatrices y posmodernidad
“¡Berlín es otra vez Berlín!”, tituló la prensa local el 10 de noviembre de 1989. Se equivocaba. Al abrir los ojos esa mañana y dar un salto a la cicatriz, que también es una bisagra entre mundos y lápida funeraria, veinte años más tarde, lo que apareció fue una ciudad nueva que supera la suma de sus mitades. Con sus ruinas de la Segunda Guerra entregadas a la erosión de la nieve, Berlín Oeste fue posmoderna antes de tiempo. La Berlín actual es, según algunos autores, la primera capital posnacional del mundo. A fin de alojar su doble pasado y sus idiosincrasias contrarias, y sumar a sus inmigrantes de tan variadas culturas, debe pensarse a sí misma neutral, soberana por sobre las fábulas de patria que propone la nación.
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*Matilde Sánchez nació en Buenos Aires en 1958. Desde 1982 ha desarrollado una intensa actividad en el periodismo y dirigió el suplemento Cultura y Nación del diario Clarín de Buenos Aires. Es autora de Historias de vida, una biografía de Hebe de Bonafini, de la antología comentada de la obra narrativa de Silvina Ocampo Las reglas del secreto y participó en dos libros iconográficos: Evita, imágenes de una pasión y Sueño rebelde -sobre el Che Guevara-, que fueron traducidos a decenas de idiomas. Ha publicado también las novelas La ingratitud, El Dock, y La canción de las ciudades, una colección de relatos de viajes realizados a lo largo de veinte años. Ha recibido distinciones como la Beca Guggenheim y la Knight-Wallace Fellowship de la Universidad de Michigan.
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Fuente: Especial Diario Clarín - 01.11.2009[/b][/color]