"Brasil y la Argentina son dos bombas de tiempo"
Luis Arce Catacora, el ministro de Economía de Evo Morales, recibió a Ámbito en sus oficinas de La Paz. En un diálogo mano a mano explica el "milagro boliviano" y habla sobre el futuro de la relación con la Argentina. ¿Es poisble crear una OPEP del litio?
El 20 de octubre, una semana antes que Argentina y Uruguay, Bolivia elegirá un presidente para el período 2020-2025. Evo Morales marcha primero en las encuestas y la pregunta es si le alcanzará para ganar en primera vuelta. Con el slogan de “Futuro Seguro”, el mejor argumento del presidente para su reelección es la economía. En estos 13 años de gestión, el país mostró números sólidos: el PBI creció de 9.000 a más de 40.000 millones de dólares, el PBI per cápita se triplicó, aumentó el salario real, las reservas crecieron, la inflación dejó de ser un problema y la pobreza extrema cayó de casi 38% a un 15%.
Argentina es la antítesis y de hecho el oficialismo boliviano utiliza a la crisis de la gestión Macri como advertencia de los riesgos de un cambio de modelo. Junto al ya fallecido Carlos Villegas, el ministro de Economía boliviano Luis Arce Catacora es el gran artífice del "milagro boliviano”. En esta entrevista en el piso 21 del edificio del Ministerio en el centro de La Paz, Arce recibió a Ámbito con un traje impecable y un pin del Che Guevara.
Periodista: ¿Usted es socialista?
Luis Arce: Si, señor.
P.: ¿Se podría definir a Bolivia como un ‘capitalismo de Estado’?
L.A. Para nada. Esto es diferente: un modelo económico social comunitario productivo con muchos elementos. Reconoce que en nuestro país conviven varios modos de producción, para utilizar la terminología marxista. Y lo primero que hicimos fue reconocer esa híbrida relación entre modos de producción y empezar a interactuar con algo que durante el neoliberalismo estaba proscripto: la presencia del Estado. Hoy el Estado toma la vanguardia de la economía boliviana, es el actor más importante de la economía.
P.: En estos 13 años, la gestión Morales mostró notables indicadores económicos. ¿Qué amenazas ve en el futuro?
L.A.: La guerra comercial entre EEUU y China está afectando a todos y nos va a afectar indirectamente. Eso también nos podría abrir oportunidades de mercados, estamos negociando con Rusia, con China. Hoy se están peleando las potencias por la lucha por la hegemonía de la economía mundial y en esa pelea hay reflujos de comercio exterior. Uno tiene que intentar insertarse.
P.: La oposición plantea que los primeros años fueron producto de una bonanza exterior y que ahora se vive un agotamiento del modelo. ¿Qué les diría?
L.A.: Los precios internacionales de los commodities estuvieron altos desde 2003 (Morales asumió en 2006). Durante 2003, 2004, 2005 no hubo el desarrollo que hoy tenemos en Bolivia. Si los precios hubieran sido altos y el petróleo y el gas hubieran estado en manos de transnacionales, la plata se hubiera ido afuera. Nosotros nacionalizamos, entonces la plata se quedó en Bolivia y la disfrutamos. Nuestro modelo parte de apropiarse del excedente que se genera con los recursos naturales que tenemos. Bolivia es un país riquísimo: ¿cómo puede explicarse que un país tan rico en recursos sea tan pobre? Es la historia del saqueo. Y esa nueva historia empieza con la nacionalización de los hidrocarburos.
P.: Y a quienes dicen que el modelo está agotado, ¿qué les respondería?
L.A.: Dicen los neoliberales que los precios determinaron al presidente. El 2008 cae el precio del barril por la crisis en EEUU y en 2009 Bolivia es el país que más crece en la región. ¿Es suerte? En 2014, también se desplomaron los precios de 110 a 26 dólares el barril. Mire usted qué casualidad, Bolivia ese año recupera el primer lugar en el crecimiento de la región. Lo hicimos en 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018. Y este año también seremos la primera economía, con precios relativamente bajos. ¿Es cierto lo que dicen ellos? Lo único que quieren es justificar la ineficiencia del modelo neoliberal que ellos administraron e importaron desde las universidades de Estados unidos y que no pudieron manejar durante 20 años.
P.: ¿Hay planes de industrialización?
L.A.: Bolivia está industrializándose. El sector más importante que aporta al producto bruto interno boliviano no son los hidrocarburos que participan con un 6 por ciento del PBI. Tampoco la minería que aporta con un 5%. El sector más importante es el sector de la manufactura y de la industria que aporta el 18 por ciento.
P.: ¿Se produce para el mercado interno?
L.A: Estamos exportando urea (fertilizante) y estamos produciendo carbonato de litio y cloruro de potasio. Tenemos una asociación con una empresa alemana para producir batería de litio aquí en Bolivia.
P.: Hay sectores que dicen que el litio es el futuro y otros, que está sobrevaluado.
L.A.: Va a ir de a poquito. Empezará con un 1 o 2, pero en el horizonte puede ocupar un 3 o 4 por ciento. Las perspectivas son buenas. En el mundo hay una crisis energética. Se agota la energía que viene de los hidrocarburos. Se da un cambio de matriz energética hacia las renovables. Y ahí entra el litio, dado que somos la primera reserva mundial del litio. Por lo que tenemos la enorme posibilidad de convertirnos por primera vez en fijadores de precios, sino de participar activamente en su industrialización.
P.: ¿Hay diálogo en la región sobre una eventual explotación e industrialización conjunta del litio?
L.A.: No, que yo sepa. Cada uno hace lo que puede.
P.: ¿Por qué? ¿Es sensato?
L.A.: Es que no existe una OPEP que determine los precios del litio. Tiene que ocurrir algo similar, y tienen que estar los jugadores más grandes. Allí estaremos.
P.: ¿Y en lo regional?
L.A.: Brasil y la Argentina son dos bombas de tiempo. Influyen mucho en la región, dado que hay mucho comercio con ellos. Argentina ha tomado medidas totalmente fondomonetaristas desde nuestro punto de vista, medidas neoliberales que han profundizado los problemas. Esto va a tener una consecuencia en la economía y la problemática social. Brasil no está muy lejos, la deuda interna es muy elevada. Se ha recrudecido la pobreza luego de la salida de Dilma y la gente que había salido de la pobreza ha vuelto a caer. Uno cuando pasea por las calles de Brasil ve la pobreza, no hace falta ver las estadísticas.
P.: Este mes hay elecciones en Argentina y Uruguay, ¿qué expectativas tiene?
L.A.: Hay que esperar, pero las elecciones primarias han mostrado un horizonte muy claro. El que perdió no fue el señor (Mauricio) Macri en Argentina, sino el modelo neoliberal en América del Sur. Las oligarquías de nuestros países que tratan de recuperar el poder poniendo en vigencia nuevamente el viejo modelo neoliberal creo que fracasó. Eso lo vamos a ver, desde nuestro punto de vista, en otros países de la región.
P.: ¿Tiene contacto con sectores afines del gobierno potencial de Fernández?
L.A.: No hay diálogo, pero tenemos buenas relaciones con la gente de Axel Kicillof.
Ámbito - 15 de octubre de 2019