¿Mi jefe es un algoritmo?
En la Argentina de Milei hay una fuerza de trabajo cada vez más acostumbrada a ganar dinero según un rendimiento individualizado. Para los repartidores de Rappi y PedidosYa, el propio tiempo de vida es tiempo para hacer plata y el trabajo está cada vez más escindido de los derechos formales, la sindicalización y el Estado. La evaluación del trabajo y la figura personal de un “superior” se despersonifican en la gestión algorítmica que, para ellos, se traduce en una vivencia de autonomía. Los autores de este texto analizan el trabajo plataformizado y se hacen una pregunta: ¿puede un algoritmo comportarse como jefe?
El auge del tecnofeudalismo
El capitalismo tal como lo conocíamos, afirma Yanis Varoufakis, ha mutado tanto que ha dado lugar a un nuevo sistema. En el tecnofeudalismo, los usuarios contribuyen a la formación de capital con solo interactuar con las plataformas, y la burguesía de antaño está al servicio de una nueva clase dominante, aquella que es dueña de la nube.
Socializar las plataformas
Necesitamos que las plataformas dejen de ser controladas por las grandes empresas y pasen a manos de sus trabajadores. Prefigurar futuros digitales alternativos es posible si articulamos las tecnologías libres con la historia de las economías solidarias latinoamericanas.
¿Por qué nadie habló de los trabajadores de plataformas?
El activismo laboral, impensable años atrás, es imposible de soslayar en el análisis de la suspensión de las redes sociales de Donald Trump.
Las plataformas son las grandes ganadoras de la pandemia. Es hora de discutir su regulación.
Google, Facebook, Amazon y Rappi, entre otras, han ganado aún más protagonismo en nuestras vidas. Sus flancos débiles –crecimiento sin regulación e indiferencia por las leyes laborales– también aparecen con más claridad.