Por una corrida
Resulta habitual, en cualquier lugar del mundo, que en los días finales de una campaña electoral se crucen acusaciones, denuncias o rumores. Sí es notable el carácter perturbador que ha tomado este fenómeno en los últimos días en la Argentina, porque se puso en evidencia la intención de provocar un exaltado clima de desasosiego, de “cuanto peor es mejor”, incentivando una corrida cambiaria e inflacionaria para indignar o desesperar al electorado, volcar preferencias o definir votantes indecisos.
CIFRA: Informe de coyuntura Nº 29
Cierra el peor año del gobierno de Macri que tuvo como elementos sobresalientes el estallido de la burbuja financiera de las Lebac con la consiguiente megadevaluación de la moneda y los salvatajes financieros del FMI, que trajeron aparejada la profundización del ajuste fiscal y la adopción del enfoque monetario ortodoxo de congelamiento de la base monetaria y suba de la tasa de interés.
Una corrida cambiaria muy PRO
No fue el final del primer semestre soñado por el Gobierno, aunque las autoridades económicas busquen restarle dramatismo a la corrida cambiaria del jueves 30 de junio, la primera que enfrenta la gestión de Cambiemos. Ese día, el Banco Central debió vender 532 millones de dólares de las Reservas Internacionales para contener la presión compradora, que operó un nivel récord en los últimos cinco años al superar los 1100 millones. Lo peor es que la corrida cambiaria –que la conducción económica se empeña en negar– no se disipó, porque hay razones para suponer que seguirá la presión sobre el dólar que tiene protagonistas conocidos: los principales bancos de capital extranjero que operan en el sistema. Y no son sólo ellos. Del otro lado, la capacidad de contención dista de ser infinita: el Banco Central apenas cuenta con reservas operativas (en billetes disponibles para salir a vender dólares en el mercado) por 3100 millones de dólares. Es el equivalente a la demanda de tres días de operaciones como el jueves, o a seis días de intervenciones como la que ejecutó en esa jornada la mesa de dinero del Banco Central.