Un verdadero seleccionado
En Cuentas pendientes. Los cómplices económicos de la dictadura, editado por Siglo XXI, Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky reunieron un equipo de importantes autores para sacar a la luz los casos de complicidad civil y económica, que involucran empresas como Ledesma, Ford, Acindar, Techint o Mercedes-Benz, cuyos directivos están acusados o sospechados de entregar trabajadores que luego fueron desaparecidos, así como organismos creados para extorsionar empresarios poco afines y expropiar sus bienes, como sucedió con Papel Prensa y con los hermanos Iaccarino. La trama se completa con corporaciones patronales agropecuarias o industriales, como la Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas; el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires; los grandes prestamistas internacionales, como el Citibank y el Lloyd’s Bank, que colaboraron con el descomunal endeudamiento del país en ese período; los think tanks como FIEL o CEMA, que aportaron hombres e ideas a la dictadura; sectores de la cúpula sindical; operaciones mediáticas de diarios como La Nueva Provincia, Clarín o La Nación; o la impactante actitud de la cúpula de la Iglesia católica, que, mientras bendecía la represión, aprovechaba los cuantiosos beneficios que recibía de los militares.
Cuentas pendientes
El libro Cuentas pendientes. Los cómplices económicos de la dictadura no sólo ofrece una inédita radiografía de los actores económicos –personas, instituciones y empresas que suministraron bienes y servicios al gobierno militar o que obtuvieron beneficios a cambio de apoyar la ejecución del plan criminal, muchos de los cuales son protagonistas relevantes en la actualidad– sino también aporta un camino, la creación de una Comisión Nacional de la Verdad, para investigar de manera integral esa “complicidad económica” y avanzar en su posible juzgamiento. En estas páginas se adelanta esa propuesta, basada en la completa investigación ofrecida por los diferentes autores convocados en el libro.