¿Qué pensaba Marx sobre la desigualdad de ingresos en el capitalismo?
El pensador alemán creía que la clase precede a la distribución de la renta. Por eso creía que lo realmente importante era la abolición de las clases.
El plan para las jubilaciones: más plata a la mínima para reducir la desigualdad
El 'achatamiento de la pirámide' eleva el piso mínimo de la protección, sin perjudicar el nivel medio de las prestaciones, pero manteniendo la cúspide relativamente estancada. La inequidad del sistema actual se da con una diferencia entre el piso y el techo de haberes que es de 7 veces. Suspender la movilidad abre la oportunidad para atener esta desigualdad.
Ingreso, ocupación y exclusión laboral
En el primer trimestre de 2005, los ocupados que percibían más de cinco salarios mínimos eran 4 millones 185 mil personas, 10.1% del total. Años después, en el cuarto trimestre de 2012, siempre con base en información del Inegi, quienes ganaban más de cinco salarios mínimos eran 3.9 millones de personas. La cifra equivalía a 8% de la población ocupada. En el tercer trimestre de 2018, casi al final de la administración federal de Enrique Peña Nieto, eran 2.4 millones de personas, que representaban 4.45% de la población ocupada.
Entrevista a José Gabriel Palma
“Mi argumento es que (…) Trump podría perfectamente ser un monstruo de Frankenstein, construido a partir de componentes de nuestros héroes visionarios, aquellos que desinteresadamente introdujeron las reformas en América Latina: Los Siete Magníficos, quienes marcaron para siempre el neo-liberalismo de la región.
Desigualdad: un cambio con ganadores y perdedores
Durante el periodo de los gobiernos kirchneristas (2003-2015) se produjo una reducción de la brecha entre los ingresos del 10% más rico y los ingresos del 10% más pobre, ilustrada por la trayectoria de aumentos porcentuales mayores de los ingresos bajos en relación a los ingresos altos.
Reflexiones desde el marxismo sobre el libro de Piketty
El libro de Thomas Piketty, Capital in the Twenty First Century, ha impactado a nivel mundial. Su planteo central es que la desigualdad de los ingresos y de la riqueza ha estado aumentando en los países capitalistas desde los años 1970, y hoy alcanza niveles similares a los que había a comienzos del siglo XX. Esto significa que no se verifica la hipótesis de Kuznets (formulada en los años 1950), según la cual la desigualdad aumentaba primero con el desarrollo del capitalismo, y luego disminuía. De hecho, ya antes de la publicación del libro de Piketty se ha estado documentando que la desigualdad ha seguido una forma de U. Pero el libro de Piketty, utilizando datos fiscales más que encuestas sobre la situación de los hogares, amplía el análisis y confirma el dramático incremento de la desigualdad en las últimas décadas en los países desarrollados. Por caso, en EEUU, desde 1980 a los 2000, la participación en los ingresos del decil más alto de la población pasó del 30-35 por ciento al 45-50 por ciento; y el uno por ciento más rico pasó de tener el 9 por ciento del ingreso en los 1970 a aproximadamente el 20 por ciento en los años 2000 – 2010. Entre 1977 y 2007 el 10 por ciento más rico se apropió las tres cuartas partes del total del incremento del ingreso en EEUU, y el uno por ciento más rico el 60 por ciento del mismo.
Es la ideología, Christine
En respuesta a comentarios de funcionarios del gobierno argentino, que caratularon de ideológico el informe del FMI sobre nuestro país, la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, comentó: "Esto no es ideológico sino técnico, no hacemos ni decimos cosas a la ligera."
Sin embargo, al surcar la lectura de los distintos informes del Fondo, en especial el reciente "Perspectivas de la Economía Mundial", surge claramente el sesgo ideológico del organismo, junto con su habitual doble discurso. Un ejemplo de ello es donde se refiere al mayor crecimiento en Estados Unidos y señala que, entre otras cuestiones, "una consolidación fiscal más moderada ayuda", mientras que "el respaldo también proviene de unas condiciones monetarias laxas".