Un Estado pedófilo
Se dijo que Milei no habló de economía en el foro de Davos. Les autores de esta nota disienten. Al poner en el centro su odio hacia el feminismo, las luchas ambientales y lo que llama “woke”, Milei hizo explícito que son esos sujetos y esas luchas el corazón de una economía que arruina la brutalidad del capital, su voracidad de saqueo colonial. Pero no vio venir la asamblea antifascista y antirracista que se autoconvocó el sábado y que llama a marchar el próximo 1 de febrero hacia Plaza de Mayo. Gago, Cavallero y Puyaps proponen cuatro claves y una yapa para leer el modus operandi de un presidente que a la crueldad le agrega la dimensión política del abuso.
A dos meses del atentado contra la vicepresidenta proliferan los discursos de odio ¿Un problema moral o socioeconómico?
Pablo Lucas Chamatropulos (Especial para sitio IADE-RE) | Las horas que siguieron al atentado a la vicepresidenta fueron testigos de la aparición de múltiples mensajes de repudio contra el hecho y de solidaridad con Cristina Fernandez de Kirchner. Sin embargo, la homogeneidad duró poco ya que, luego de que el actual presidente tirase la primera piedra desde un lugar institucional hacia el “discurso de odio” y sus voceros, sumándose a algunos análisis civiles apresurados, dos lecturas enfrentadas empezaron ocupar el centro de la escena.
Los discursos de odio no son ajenos a la discusión económica
No es casual que un amigo del agresor de CFK diga que el asesinato habría significado una baja de impuestos. No es casual que los nuevos espacios políticos desde los que se promueven los discursos de odio estén encabezados por economistas, como Javier Milei y José Luis Espert.