El gasto en armas, en un récord histórico

Redacción La Nación

Durante 2005 se invirtieron 1,12 billones de dólares en defensa, el equivalente a 173 dólares por cada habitante del planeta. Casi la mitad del gasto total --el 48 por ciento-- correspondió sólo a Estados Unidos.
Le siguieron, muy por debajo de ese nivel, Gran Bretaña, Francia, Japón y China.

El gasto mundial en armamentos alcanzó un récord histórico en 2005, al trepar a 1,12 billones de dólares, lo que representa un crecimiento del 34 por ciento durante la última década, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz (Sipri).

Según el nuevo informe anual de la institución con sede en Suecia, la mitad de esa gigantesca cifra corre por cuenta de Estados Unidos, que generó el 48 por ciento del gasto en armamentos del planeta. Y, según el Sipri, el dinero destinado a gastos militares en 2005 -que equivale a 173 dólares por habitante en el mundo y al 2,5 por ciento del PBI mundial- superó en un 3,4 por ciento a la cifra de 2004, en una suba impulsada, fundamentalmente, por Washington.

El enorme gasto de Estados Unidos se debe, según el Sipri, a las operaciones militares en Irak y en Afganistán y a los operativos de rescate por los huracanes Katrina y Rita. El nivel de inversiones bélicas de la superpotencia es seguido, muy de lejos, por Gran Bretaña, Francia, Japón y China, con una participación en los gastos de entre el 4 y el 5 por ciento cada uno.

El resto del mundo queda aún más retrasado: pese a que los gastos militares de China y la India experimentan un claro aumento desde hace años, por ejemplo, el desembolso de ambos países es mínimo frente a Estados Unidos, señala el instituto de Estocolmo.

"La tendencia del gobierno de [el presidente norteamericano George W.] Bush a recurrir a la fuerza en forma unilateral no parece haber cambiado, pero los problemas en Irak parecen impedirle ir más allá de alusiones ocasionales a un uso preventivo de la fuerza", se lee en el informe.

El incremento de los precios mundiales del crudo permitió, además, a varios países productores de petróleo obtener beneficios con los cuales pudieron incrementar sus gastos en armamento. Son los casos de Argelia, Azerbaiján, Rusia, Venezuela y Arabia Saudita.

En cuanto a los conflictos definidos como guerras -más de 1000 muertos por año-, el instituto fijó la cifra para 2005 en 17, la más baja desde fines de la Guerra Fría, en 1990. Además, por segundo año consecutivo no se registraron conflictos bélicos entre dos o más Estados.

También la postura internacional respecto de situaciones como la de los palestinos o la de la región de Cachemira ha cambiado enormemente, porque en ambos casos se antepone cada vez más el terrorismo internacional a los conflictos de las ex colonias o el papel de las superpotencias.

Entre las regiones en guerra con estructuras de conflicto muy complicadas se destacan, según el informe, Irak, Darfur y la guerra ruso-chechena.

El Sipri llama la atención, además, sobre el factor religioso, que se convierte en un elemento adicional en los conflictos.

"Desde hace algunos años, y sobre todo luego de los acontecimientos del 11 de septiembre [de 2001] en Estados Unidos, el islam radical ha sido identificado como una fuente de violencia, incluido al terrorismo", se lee en el trabajo.

El nivel récord de gastos militares en 2005 esconde numerosas disparidades regionales.

Mientras se registra un alza en Estados Unidos y Medio Oriente y un leve aumento en América latina (ver aparte), el nivel de gastos en Europa desciende.

El presupuesto de defensa en Estados Unidos alcanzó a los 1604 dólares por ciudadano, y en Israel, a 1430 dólares por habitante. Las cifras son altísimas cuando se las compara con los 31,20 dólares en China, o los 18,50 dólares en la India.

Sin embargo, Medio Oriente fue la región donde el alza relativa fue más importante, principalmente a causa del aumento del presupuesto saudí de defensa.

Los gastos totales en la región habrían sido incluso más elevados si Irak y Qatar no hubieran sido excluidos del cálculo, debido a datos poco fiables, según el Sipri.

Europa, en cambio, fue la única región del mundo donde los gastos militares disminuyeron en un 1,7 por ciento, sobre todo por las reducciones en los presupuestos de defensa en Europa occidental.

Las bajas más significativas se registraron en Italia y Gran Bretaña.

Los gastos militares resultaron estables entre 2004 y 2005 en Centroamérica, en donde México se llevó el 85 por ciento del total.

Exportaciones

El informe del Sipri también pone el ojo en las exportaciones de armamentos. En ese sentido, los expertos de la institución constataron que sigue la tendencia al alza, con un volumen de 44.000 a 53.000 millones de dólares para el año 2004 (las últimas cifras disponibles, que no incluyen a China).

Los principales exportadores del sector continúan siendo, desde 2001, Rusia y Estados Unidos, cada uno con una cuota de mercado de alrededor del 30 por ciento. Les siguen, a mucha distancia, Francia, Alemania y Reino Unido, con una cuota del 20 por ciento entre los tres países.

La mayor parte de las exportaciones rusas fue a China y la India, mientras que los principales clientes de Estados Unidos fueron Grecia, Israel, Gran Bretaña y Egipto.

Las 100 mayores empresas de armamento del mundo realizaron en 2004 ventas por valor de 268.000 millones de dólares, tanto internas como exportaciones. Es decir que su volumen de ventas aumentó en un 15 por ciento respecto de 2003.

Dos tercios de las empresas líderes en armamento se encuentran en Estados Unidos y Europa occidental.

Según los datos del Sipri, la venta de productos de todos los sectores informáticos aumentó notablemente.

Agencias AFP, DPA y Reuters

El informe
§ El Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz es una institución fundada hace 40 años en Suecia. Su espíritu es el de generar información imparcial sobre temas de conflictos bélicos y de cooperación internacional para la paz. Sus informes anuales sobre armamento, desarme y producción internacional de material bélico se han convertido en una de las fuentes más confiables sobre el tema.

Fuente: La Nación

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