El gran deshielo
Los glaciares de Greenland aceleran su marcha hacia el océano, lo que lleva a los científicos a predecir que la enorme capa helada de la isla se derrite irreversiblemente, según revela el The Independent del domingo.
La investigación que se publicará dentro de pocos días muestra cómo los glaciares, estables durante siglos, han comenzado a encoger dramáticamente al dispararse las temperaturas en el Ártico por el calentamiento global. Además, una cantidad sin precedentes de la capa de hielo superficial se derritió este verano.
Ambos avances (las manifestaciones más alarmantes del cambio climático hasta la fecha) sugieren que la capa de hielo se está derritiendo mucho más rápido de lo que los científicos habían pensado, con importantísimas consecuencias para la civilización y el planeta. Su completa desaparición acarrearía un alza en los niveles de los mares de unos 20 pies, lo cual implicaría la inundación de Londres y de otras ciudades costeras del mundo, junto con muchos de los países "bajos" como Bangladesh.
De manera más inmediata, la enorme cantidad de agua fría liberada al océano con el derretir del hielo amenaza con cortar la Corriente del Golfo, que protege Gran Bretaña y el resto de Europa del Norte de un clima glacial como el del Labrador.
Las revelaciones, que siguen al anuncio de que el derretimiento del hielo marino en el Ártico también alcanzó niveles sin precedentes este verano, aparecen cuando los gobiernos del mundo van a embarcarse en nuevas negociaciones sobre cómo combatir el calentamiento global.
Esta semana se reunirán en Montreal en los primeros debates formales sobre si debería haber un nuevo tratado internacional para reducir la contaminación que causa el cambio climático, ya que el Protocolo de Kyoto expira dentro de siete años. En el The Independent de ayer, Tony Blair calificaba la reunión de "crucial", y añadía que "debe comenzar a configurar una solución global inclusiva". Pero se espera que el progreso sea mínimo, sobre todo a causa de la obstrucción continua del Presidente George Bush.
Las nuevas evidencias de Greenland, que se publicarán en el diario Geophysical Research Letters, muestran una disminución imprevista del glaciar gigante Helheim, un río de hielo que rechina desde la isla al mar, a través de una estrecha escisión en la cadena montañosa de la costa este de la isla.
El Profesor Slawek Tulaczyk, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de California, Santa Cruz, dijo al The Independent del domingo que el glaciar había disminuido 100 pies este verano.
En los últimos cuatro años, añade la investigación, la parte delantera del glaciar (que ha permanecido en el mismo lugar desde que se tiene constancia) se ha desplazado cuatro millas y media. Al desplazarse y disminuir de tamaño, los efectos se han extendido a la isla "muy rápido", dice el profesor Tulaczyk.
Como el centro de la capa de hielo de Greenland está sólo a 150 millas, los investigadores temen que ésta también se vea afectada pronto.
La investigación destaca los inquietantes estudios hechos en el lado opuesto de Greenland: el glaciar gigante Jakobshavn (de cuatro millas de ancho y 1.000 pies de profundidad, el más grande del lugar) se mueve ahora hacia el mar a una velocidad de 113 pies por año; la velocidad anual normal de un glaciar es de un solo pie.
Los estudios han descubierto que el agua del hielo derretido de la superficie se está escurriendo por los agujeros del glaciar formando una capa entre éste y la roca que hay debajo, elevándolo ligeramente y moviéndolo hacia el mar como si estuviera en una banda transportadora. Se calcula que solo este glaciar es responsable del 3 por ciento de la subida anual del nivel del mar en todo el mundo.
"Puede que estemos muy cerca del umbral en que la capa de hielo de Greenland se derrita irreversiblemente", dice Tavi Murray, profesor de glaciología de la Universidad de Gales. El Profesor Tulaczyk añade: "Las observaciones que estamos realizando ahora apuntan en esa dirección".
Hasta ahora, los científicos creían que la capa de hielo tardaría 1.000 años en deshacerse del todo, pero Ian Howat, que trabaja con el Profesor Tulaczyk, dice que los nuevos progresos podrían "fácilmente" recortar este tiempo "a la mitad".
También existe un peligro más inmediato: el hielo derretido amenaza con interrumpir la Corriente del Golfo, responsable del clima templado de Gran Bretaña. La corriente, que nos trae tanto calor en invierno como podemos obtener del sol, la conduce el agua muy salada que viene de Greenland. Este agua lleva una profunda corriente fría hacia el sur, que a su vez, arrastra el agua caliente hacia el norte.
La investigación del Woods Hole Oceanographic Institute de Massachusetts ha mostrado que incluso antes de que los glaciares comenzaran a acelerarse, el agua del Atlántico Norte se estaba enfriando en lo que describe como "el cambio oceánico más importante y más dramático medido en la era de los instrumentos modernos".
Incluso antes de estos descubrimientos, los científicos han acortado el tiempo en que ocurrirá el desastre de la Corriente del Golfo a este siglo. Cuando ocurrió antes, hace 12.700 años, Gran Bretaña estuvo cubierta de permafrost durante 1.300 años.
Fuente: Zmag.org