El sector automotriz de china intenta ser un duro rival de los occidentales
Una explosión de marcas nacionales en la industria automovilística china en el último lustro, tras la entrada del país a la Organización Mundial del Comercio (OMC), despejó las preocupaciones provocadas en 2001, respecto a que la competencia internacional perjudicaría a la inexperta industria automovilística local cuando el país redujera los aranceles y abriese el mercado nacional.
El lujoso 'Phantom' de Rolls-Royce, al precio de 6,6 millones de yuanes (825.000 dólares), está atrayendo miradas envidiosas en la actual Exposición de Automóviles de Beijing, pero lo que logró hacer del evento de este año algo verdaderamente diferente fue el extraordinario número de las marcas nacionales chinas.
Una explosión de marcas nacionales en la industria automovilística china en el último lustro, tras la entrada del país a la Organización Mundial del Comercio (OMC), despejó las preocupaciones provocadas en 2001, respecto a que la competencia internacional perjudicaría a la inexperta industria automovilística local cuando el país redujera los aranceles y abriese el mercado nacional.
Según los organizadores, las marcas nacionales ocupan una tercera parte de las 572 unidades de vehículos exhibidos, la mayor proporción en la historia del evento bienal.
First Automobile Works (FAW), el mayor productor automovilístico del país, tiene en exposición a 29 vehículos y diez de ellos son de marcas locales. El lujoso coche Bandera Roja HQ3, con el estilo más ampliado y antibalas, fue bien llamativo.
El nuevo coche Bandera Roja, descartando ya los diseños basados en el antiguo Audi 100, fue desarrollado para rejuvenecer la imagen del país.
En 1958, a FAW le costó sólo 33 días en fabricar la primera limusina V8 del país asiático, conocido luego como Bandera Roja CA72, para el ex líder de China, Mao Zedong. La creación produjo gran conmoción entre el público cuando apareció por primera vez en la ceremonia del Día Nacional en 1959 en la capital china.
Zhu Yanfeng, gerente general del FAW, señaló que la compañía planea vender dos millones de vehículos en 2010, la mitad de éstos serán de marcas nacionales, cuyo valor alcanzará los 200.000 millones de yuanes (25.000 millones de dólares).
El gigante automovilístico de propiedad estatal se transformará de una firma deficitaria a la competitiva, dando prioridad al desarrollo de las marcas nacionales, indicó Zhu.
Actualmente, las propias marcas de FAW son principalmente modelos económicos manufacturados en talleres localizados en Tianjin, al precio unitario de 50.000 yuanes, informó el rotativo 'Shanghai Securities News'.
La Corporación de la Industria Automovilística de Shanghai (SAIC, siglas en inglés) participó en la exhibición con el coche Roewe, el primer modelo de marca nacional. En la actualidad, los modelos de clase superior de SAIC son todos procedentes de sus socios de capital mixto, General Motors y Volkswagen.
La capacidad de producción anual de la SAIC llegará a dos millones de unidades hacia el año 2010, incluidas 600.000 unidades de marcas locales, aseguró el presidente de la firma, Hu Maoyuan.
Un centro de ingeniería automovilística avanzada será construido a fin de facilitar el desarrollo de las marcas nacionales, recalcó Hu.
En el espacio de exposición, cuya superficie totaliza los 1.100 metros cuadrados, la compañía 'Chery Automobile' exhibió tres autos concepto, cinco motores y una caja de velocidad, todos con derechos de propiedad intelectual independientes.
La compañía, basada en Wuhu, provincia oriental china de Anhui, está entre las pocas firmas chinas que lograron exitosamente desarrollar y producir modelos propios, en vez de las marcas extranjeras con licencia. Chery vendió 300.000 coches en 2005, cubriendo un 30 por ciento del mercado de automóviles de pasajeros, manifestó Yin Tongyao, presidente y gerente general de Chery.
A finales de septiembre, 50.000 vehículos de Chery habían sido exportados al extranjero.
Al consultarse si los fabricantes nacionales pueden competir con los gigantes multinacionales, Yin dijo que 'siempre subestimamos nuestra fuerza, aunque los homólogos extranjeros gozan de una visión más clara'.
Los productos de Chery han atraído a las personas importantes del sector automovilístico, como Philip Murtaugh, vicepresidente de SAIC. Y el presidente del Grupo Chrysler, Tom LaSorda, anunció que su compañía está negociando con Chery sobre el establecimiento de una nueva firma de capital mixto con vistas a producir coches compactos con la marca Dodge.
Otros productores locales, entre ellos Brilliance, Geely y Chang'an, también tuvieron una fuerte presencia en el evento con una decena de modelos.
Ha pasado sólo cinco años desde que Chery y Geely, principales marcas locales de China, penetraron en el mercado con 'automóviles de calidad que sirven a la gente ordinaria'.
Los autos compactos bien equipados, a precios de entre 30.000 y 50.000 yuanes, produjeron una onda de choque al entrar en el mercado, pues las marcas extranjeras que fabrican vehículos localmente con capital mixto se vieron obligadas a bajar sus precios.
En 2006, las marcas nacionales han llegado a un nuevo nivel en cuanto a la tecnología, porque, además de perfeccionar la calidad y el diseño exterior de sus productos, están desarrollando sus propios motores.
Estadísticas oficiales muestran que estas marcas están tomando una creciente proporción en el mercado nacional, del 10,5 por ciento en 2004 al 26 por ciento en el año pasado. Tianjin Xiali, Chery y Geely están clasificados entre los diez mejores vendedores en 2005.
Los fabricantes automovilísticos chinos tienen la intención de ser duros rivales de sus homólogos de Estados Unidos, Japón y Alemania en un futuro no muy lejano, según los analistas, citados por el mismo rotativo.
China, una vez conocida como reino de bicicletas, se ha convertido durante las últimas dos décadas en uno de los principales consumidores de vehículos motorizados, puesto que el número de la posesión de autos supone un alza de 30 veces entre los años 1985 y 2004.
Fuente: Revista Binaria