Europa va a Fondo con el ajuste español
Si algo le faltaba a la golpeada situación económica de España después de que el Fondo Monetario Internacional sugiriera una rebaja del sueldo del diez por ciento para los trabajadores durante al menos dos años, era la simpatía que despertó esa medida de parte de uno de los organismos más fuertes de Europa. “No subestimo el desafío que supondría construir un amplio consenso político y social para encontrar una senda de ajuste óptima. Pero, ¿no merecería la pena un intento serio, por el bien de esos millones de jóvenes parados españoles?”, disparó ayer el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, desde un posteo publicado en su blog y levantado por la prensa española.
Según el diario El País de Madrid, el organismo liderado por Christine Lagarde y el que encabeza el comisario finlandés coincidieron en analizar un recorte en los alicaídos sueldos de los españoles como receta para hacer frente a la desbocada tasa de desocupación, que ya supera el 26 por ciento. Esa salida, propuesta por el FMI la semana pasada, apunta a hacer descender, durante los próximos tres años, en seis o siete puntos la tasa de deso-cupación, que afecta a seis millones de personas que no logran ingresar en el mercado laboral.
En su apoyo a la propuesta impulsada desde el FMI, el comisario europeo pone como ejemplo la situación de dos países que han apostado a la devaluación interna y la reducción salarial como antídoto para aumentar su competitividad: Irlanda y Letonia. Desde una perspectiva económica conocida por Latinoamérica, que pone por delante la necesidad de cualquier sacrificio como válido para alcanzar el éxito ulterior, Rehn señaló muy suelto de cuerpo: “Aquellos que rechacen de forma instantánea (la propuesta de bajar salarios) cargarán sobre sus hombros la enorme responsabilidad del costo social y humano”.
Por si fuera poco, el comisario europeo apela a la poética y comienza la entrada publicada en su blog aludiendo a “Ballad of a thin man”. En esta canción, Bob Dylan advertía una situación que estaba transcurriendo y deslizaba la posibilidad de que un tal Mr. Jones no estuviera al tanto.
En el imaginario de Rehn, esos Mr. Jones vendrían a ser aquellas personas que se resignan a admitir que el gobierno de Mariano Rajoy podría, en caso de proponérselo y de seguir el mismo camino que Irlanda y Letonia, obtener los mismos resultados.
“Estoy preparado mentalmente para el coro de profetas del desastre que expresarán su furia en los medios de comunicación económicos. Pero si hubiéramos confiado en ellos y seguido sus indicaciones, el euro se habría roto hace años”, se atajó el finlandés ante eventuales críticas en su contra. Como buen impulsor de las medidas de ajuste empujadas por los organismos de crédito internacional, y más allá de que España rebaje o no los sueldos de manera drástica, Rehn señala en su blog que los índices adelantados de la economía muestran una mejora en la coyuntura.
Sin embargo, Rehn machaca en su texto sobre la necesidad imperiosa de no festejar nada por anticipado y advierte que las medidas que deberían impulsarse para apuntalar el crecimiento de la economía peninsular todavía están por implementarse o a medio camino para ponerse en marcha. “Pero no podemos negar la tendencia que señala que la estabilización y la reforma de la economía están en camino”, agregó el funcionario europeo.
Con todo, el comisario finlandés admite que ese supuesto repunte que está por llegar afecta al mercado laboral español, más allá de que ese crecimiento responde, en buena parte y “sin ninguna duda”, a elementos coyunturales. “Pero podría suponer el largamente esperado punto de inflexión”, señala Rehn sin dejar de anunciar que, en septiembre, el organismo a su cargo se encargará de estudiar con detalle las medidas dirigidas a reformar el mercado laboral llevadas a cabo durante el año pasado en España. “La falta de flexibilidad y la dualidad generaron grandes pérdidas de empleo en los años pasados –sentenció el funcionario–. Pero con bajar salarios no basta.” En el documento, Rehn defiende la necesidad de que la economía española distribuya sus recursos de manera tal de trasladarlos desde aquellos sectores como la construcción, a otros más productivos, como el exportador.
En ese vademécum sugerido por los organismos de crédito, el FMI lanzó hace unos días la posibilidad de concretar un ambicioso pacto social, cuyas grajeas, reconoció, no serán fáciles de ingerir. Lo que propone el organismo encabezado por Lagarde se basa, ni más ni menos, en un estímulo fiscal temporal sobre los recortes salariales, apoyado en una reducción en las contribuciones a la seguridad social de hasta 1,7 por ciento, seguido dos años más tarde –para dar un respiro en los presupuestos– de un aumento del IVA, aunque el FMI propone ampliar la base más que subir el porcentaje.
Según los cálculos del Fondo, la caída combinada de salarios y precios resultaría en una depreciación del 5 por ciento en tres años, lo que “impulsaría las exportaciones y ralentizaría las importaciones”, a la vez que tendría un “gran impacto positivo” en las inversiones debido a la reducción de los costos de producción.
Página/12 - 7 de agosto de 2013