Premio de la OEA a dos chicos wichí
“El proyecto busca evaluar el rendimiento y mejorar la obtención de harina de algarrobo blanco. La cosecha del fruto del algarrobo es una de las grandes tradiciones de las familias wichí en Formosa. Con la harina hacemos alfajores y budines, que no tienen gluten y pueden consumir los celíacos. La idea es ayudar a la gente para que pueda comer y comercializar una mayor cantidad de productos de mejor calidad.” Así de simple, Miriam Gómez, de 17 años, resumió a Página/12 un trabajo arduo y a conciencia que comenzó hace varios años y que finalizó con una distinción internacional.