Horacio Giberti: memorias de un imprescindible
El autor cuenta que, luego de la aceptación de Giberti,
"Comenzamos la tarea el 9 de febrero de 2008, con el primer registro de audio, y mantuvimos las reuniones al menos una vez por semana hasta agosto de ese mismo año. En total se acumularon unas 40 horas de grabación que dieron
como resultado unas 900 páginas de material para el posterior trabajo de edición.
Horacio prefirió de entrada que el formato de sus memorias fuera el de una conversación, en la que procuré intervenir
lo menos posible. Un diálogo supone a dos interlocutores equivalentes, y no estaba en mí la idea de equipararme
con él. Creo que el resultado es más bien el de una entrevista, y él también hubiera estado de acuerdo con
esta definición.
Una segunda etapa que nos propusimos, una vez hecha la primera edición de su relato, consistía en revisar el
material del vasto archivo documental que Giberti conservaba y mantenía perfectamente ordenado y clasificado
por lo menos desde la década del cuarenta del siglo pasado. […]
Dadas nuestras limitaciones de tiempo, desde el inicio habíamos estimado que el trabajo podía estar concluido
hacia agosto de 2009. En abril de ese año, el material que integraría cada capítulo había sido seleccionado y yo,
después de mucho trabajo, había podido concluir el segundo capítulo, el primero en terminarse.
Fui a su casa para leerle el material y aclarar algunas dudas -como ciertas fechas y nombres-. Horacio me dio su
aprobación sobre el texto. De dos formas: una, la más previsible, señalándome que estaba conforme con el resultado.
La segunda, que confieso no esperaba, fue altamente emotiva. Al escuchar el relato de su propia vida,
Horacio se conmovió y revivió aquellos años.
A partir de entonces, avancé con los restantes capítulos, que luego leeríamos juntos, para finalmente completar su
testimonio con el material de archivo. No pudo ser.
Horacio, que había cumplido 91 años en enero de 2009, falleció el 25 de julio. […]
En esta tarea me es imprescindible agradecer la enorme colaboración de personas que contribuyeron a que estas
memorias pudieran terminarse. […]
Por último, una referencia al porqué del título de estas memorias, que seguramente sería otro si hubiera podido
decidirlo Horacio Giberti. Esa tarea recayó en mí. Consideré que la vida de Horacio en todos los ámbitos en los que
se desempeñó encajaba a la perfección con el concepto que Bertolt Brecht utilizó para definir a los hombres
imprescindibles: "los que luchan toda la vida".
RE reproduce seguidamente algunos fragmentos del capítulo X "Un período intenso. 1973-1974""